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Foto: Endika Erice |
La concentración de repulsa al atentado homófobo de Orlando reunió ayer en el centro de Cádiz a numerosas personas que se concentraron en la Plaza de El Palillero para expresar su consternación. Desde cuerposperifericosenred no podemos más que felicitarnos, si es que cabe en estos momentos algún tipo de felicitación, porque la Fiscalía haya decidido abrir diligiencias contra el obispo Cañizares por un posible delito de odio.
La discoteca 'Pulse' o la profecía de Queer as Folk
Por José García
Cuando el domingo encendí
el televisor y vi las imágenes del atentado en la discoteca 'Pulse'
de Orlando, en los Estados Unidos, la memoria no pudo evitar traerme
a primer plano el final de la serie de la coproducción canadiense y
norteamericana Queer as Folk, que acababa precisamente con un
atentado del fundamentalismo religioso contra una discoteca de
ambiente. La serie cosechó muchos detractores entre la corriente
pink washing del movimiento lgtbqi internacional, una de las
más conservadoras, que acusaban a esta producción audiovisual de
moverse entre la distopía y el porno. Cuatro años más tarde se
estrenaba Looking, especie de Sexo en Nueva York para
maricas complacidas, que narraba la historia de un grupo de amigos de
ligaban, conversaban de sus ligues y montaban restaurantes de pollo
al pil-pil. Las imágenes de sexo explícito habían desaparecido y
las referencias a las pulsiones asesinas que persisten en una cultura
que ensalza al hombre-blanco-heterosexual-cristiano, por supuesto,
también habían sido eliminadas. El movimiento pink washing se
felicitó de que por fin se produjera una serie gay que no acabara
con un atentado en una discoteca, desenlace que, desde su punto de
vista, constituía toda una exageración de la realidad que rodea a
las personas lgtbqi.
Ciertamente, Queer as
Folk, que se produjo en el año 2000, inauguraba una suerte de
tremendismo narrativo en las producciones audiovisuales de tema
lgtbqi que en España solo se ha conocido en la literatura de la
primera posguerra. Los años en que se estrenó Queer as Folk
también eran de posguerra para la comunidad lgtbqi: los años de
la posguerra del sida. Y la serie presagió con su guion
tremendista las consecuencias de un odio que se materializó y se
convirtió en realidad vivida el pasado domingo en Orlando.
Supongo que el pink
washing se unirá ahora a las condenas al terrorismo islamista
que amenaza a la siempre civilizada cultura occidental, que utilizará
la violencia ejercida contra las personas lgtbqi contra el nuevo Otro
de Occidente, la cultura musulmana, en la misma línea de los
argumentos utilizados durante las últimas elecciones generales,
paradojas de la vida, por partidos de dudoso talante gayfriendly
como Vox. Por supuesto, no hablará de la responsabilidad del lobby
armamentístico en Estados Unidos, donde cualquier joven puede portar
un arma con todas las de la ley, ni de la connivencia del
fundamentalismo cristiano con este tipo de acciones. Cañizares
arenga a sus seguidores desde el púlpito contra “el imperio gay”
y otro exaltado religioso, en la otra punta del planeta, la emprende
a tiros con un montón de maricas, bolleras y travelos a los que la
Historia, como siempre, les volvió a coger bailando. Esa será
nuestra reacción más contundente: seguir bailando.
Esta noche nos
concentramos en Cádiz, a las 20 horas, en la Plaza del Palillero,
para expresar nuestra repulsa al atentado de Orlando. Habrá que ver
si la reacción es tan enérgica como cuando el atentado contra
Charlie Hebdo. Cuántas de las personas y partidos políticos que
clamaron “Todos somos Charlie Hebdo” saldrán ahora a
manifestar “Todos somos maricas, bolleras y trans”. Aviso: hay
fotito de prensa segura.
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