Hablamos con el profesor y activista mexicano Rafael-Humberto Pagan Santini a propósito de los "dreamers", los migrantes mexicanos y los derechos humanos bajo el imperio de Trump"
Por Eduardo Nabal
-Hola Rafael. Hablemos del tema de los
"dreamers", la migración y la frontera entre México y EEUU. Obama ya
venía deportando a millones de mexicanos. Por lo tanto, la política de Trump no
es nada nuevo, aunque tal vez si lo es el discurso racista en que la sustenta.
Rafael-Humberto Pagan Santini:
Eso es cierto, inclusive la construcción del muro entre México y los Estados
Unidos inició en 1994, en el gobierno de Bill Clinton, bajo el programa de
lucha contra la inmigración ilegal conocido como “Operación Guardián” a cargo
de la Fiscal General Janet Reno. En el 2005 el congresista estadounidense
Duncan Hunter propuso un plan al Senado para reforzar la barrera fronteriza
entre los dos países. La propuesta fue aprobada el 15 de diciembre del 2005, lo
que significa la construcción de un muro fronterizo de alrededor de 1123 km.
La
modalidad de Trump es lo estridente y racista de su discurso con respecto a las
deportaciones. Un nuevo elemento es la deportación masiva. No sabemos cuántas
personas en un solo día van a ser deportadas. Estas deportaciones tienen que
ser vistas en el contexto de su lucha contra el sistema judicial norteamericano
y la prensa. Por lo que, requiere de un amplio sector de la población para que lo apoyen. Los políticos
norteamericanos le temen mucho a las encuestas y los republicanos se han
caracterizado durante su historia a movilizar “turbas” para lograr sus objetivos.
-Algunos sostienen, casi a modo de
defensa del continuismo en EEUU, que lo que hace Trump en su país lo
hacían otros gobernantes anteriores en
países como Israel o el continente Latinoamericano. Pero no podemos simplificar
cuando el conseguir pocos derechos, por limitados que sea, para mujeres,
minorías raciales o el colectivo LGTB puede verse amenazados dentro y fuera de
sus fronteras ¿O sí? ¿Cómo lo ves tú?
Rafael H. Pagan-Santini:
Estados Unidos ha vivido con el racismo y la discriminación económica desde su
fundación como país independiente. Su concepto de democracia es más sobre la
libertad de oportunidades que de derecho de participación. La vida y obra de
Martin Luther King es un ejemplo de las muertes que han costado para tratar de
obtener igualdad de derecho y equidad bajo la ley. El movimiento ciudadano de
la década de los 60 se trató sobre esto, la lucha contra la guerra de Vietnam,
los derechos de las mujeres de los homosexuales (Stonewall Inn, bar gay,
recordado por ser allí donde comenzaron los famosos disturbios de 1969, que
significaron el comienzo del movimiento de liberación gay en los Estados
Unidos.) El neoliberalismo trajo consigo la necesidad de lo “políticamente
correcto” y el respeto a la diversidad. Gracias a esta necesidad política, los
derechos de los grupos minoritarios e incapacitados comenzaron a ser
reconocidos. Esto no quiere decir que fue por obra y gracia del Espíritu Santo,
durante el periodo de Ronald Reagan se dio marcha atrás a la tolerancia Gay
debido a la epidemia del SIDA, luego esta situación cambió radicalmente.
En
el caso de Israel, el sionismo es origen europeo y sirvió para aglutinar una
población dispersa con aparente origen común y donde sus grupos económicamente
pudientes (banqueros) necesitaban de esta población “sin fronteras”. Lo que
ocurre actualmente en Israel es una extensión con grado superlativo de
expansionismo financiero con un territorio que los ancle y les de coherencia.
La concepción de pueblo escogido le da forma al sionismo, pero no al racismo.
En el caso de Latinoamérica el racismo se expresa desde la conquista española
donde se entendía que el indígena no era un ser humano, no tenía alma. Por lo
que, se le trató de conquistar, dominar o exterminar. Esto se agravó con la importación
del negro africano como esclavo. Sin embargo, jamás se ha planteado la
supremacía criolla por encima del indígena, el negó o los descendientes de
ellos, los cuales se han procreado junto con los criollos.
Hasta
este momento, el discurso de Trump es extremadamente burdo y las oligarquías
locales no se han unido a él, sobre todo porque en su discurso Trump los
incluye a ellos. El colectivo LGTB y la lucha de género, por lo menos en
México, están en guardia para defender sus derechos, con o sin Trump.
-Obama incumplió muchas de sus promesas
empezando por el cierre de Guantánamo, la mejora de las vidas de los
inmigrantes o los propios negros en EEUU. ¿Crees que la pertenencia a un grupo
social determina la conciencia o en el fondo ni siquiera manda el presidente
sino los grandes intereses macroeconómicos que hay detrás?
Rafael H. Pagán Santini: El
lugar donde naciste y te criaste marca, definitivamente, tu personalidad. El
conocimiento que los negros norteamericanos tienen sobre el racismo en Estados
Unidos lo han aprendido con sangre, no en los libros de texto. La crisis
económica y social que Estados Unidos está viviendo la padecen todos los
sectores sociales, de ahí que la oligarquía apoyara a Trump para su elección.
Las expectativas del sueño americano se esfumaron, esta tierra ya no es el
lugar de las oportunidades. Los latinoamericanos, en especial los mexicanos, no
se inscribían para votar en las elecciones ni locales ni presidenciales. Hoy
están viviendo la realidad de la elección de una persona autoritaria,
xenofóbica, misógino. Ya era un secreto a voces, donde se señalaba que el
neoliberalismo no garantizaba la acumulación del capital en todos los países
del orbe. En el caso de Gran Bretaña y Estados Unidos el problema estaba tomando
dimensiones catastróficas, de ahí sus salidas unilaterales. Que va a ocurrir y
de qué manera los grupos minoritarios van a defender sus derechos todavía no se
ve claro, es cuestión de esperar. Pero es claro que los diferentes sectores
afectados por las políticas de Trump están tomando conocimiento y comprendiendo
la gravedad del problema.
-No
hay efectos ahora mismo (y de momento) devastadores. Pero si una grave amenaza.
Hay un efecto psicológico de miedo colectivo y de cierta rebeldía contra la pasividad
del presidente Peña ¿Es verdad que esto ha cohesionado al pueblo mexicano o no?
R-H- Pagan Santini: Si
Trump comienza con las deportaciones masivas la situación en México se irá
poniendo de castaño obscuro, este país no cuenta con los recursos ni la
infraestructura para atender la repatriación de millones de personas. Poco a
poco se está entendiendo que la pasividad de Enrique Peña Nieto no es por
pusilanimidad, sino porque se encuentra defendiendo sus intereses particulares
y la negociación con Estados Unidos para que reconozca un fraude electoral. Los
ataques de Trump contra México no han cohesionado al pueblo mexicano. No se
comprende bien cuál es el problema. A mi entender, los migrantes no quieren
regresar a México y los mexicanos no quieren que regresen, esto por muchas
razones.
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