viernes, 5 de agosto de 2016

EL PLANETA DE LAS MARYCIBORGS

¡Atentado al buen gusto en el Orgullo 2016!

 

Mi prima, la estrella del porno Samantha Ballentines               

  Por José García


Menos mal que ha llegado agosto y se ha terminado este agotador mes de julio, que me he pasado cubriendo todos los Orgullos de la Vía Láctea y las galaxias aledañas. Debo decir, después de esta experiencia como enviada especial, que me he llevado todo tipo de sorpresas y sinsabores. El peor de todos, en Cádiz, a donde acudí convocada por mi prima Samantha Ballentines, que es esta chica tan mona que sale en la foto adjunta. Desde luego, a mi me invitaron, como no podía ser menos, en calidad de policía de la moda. Y casi tengo que llevarme arrestada a toda la manifestación.

¡Qué horror! En aquella manifa una no podía ni moverse entre tanta transmaricabollo low cost. Que la arruga puede que sea bella, pero el roto, el descosido y las serigrafías a mano…ya me dirás. Así que me hice paso como pude entre tanto harapo y tanta hipster de mercadillo. Y aterricé en ese que llaman el barrio del populacho, o algo así, que nada más que el nombre ya indicaba que tampoco era sitio para gente de mi abolengo. Mas como actuaba mi prima (que es de la sexual working class), pues allí que me planté.

Pero nada nuevo bajo los flashes. Una fiesta para pobretonas, sin lugar a dudas. Que nadie diría que allí al lado haya nacido uno de mis más admirados periodistas de investigación. Bertín Osborne, por supuesto. También allí tuve que identificar a más de una por atentado al buen gusto. Que no sé quiénes les habrán dicho que llevar pantalones piratas ajustados hasta que no te circule la sangre por la pierna combinados con náuticos de piel sintética tiene chic francés. Seguramente alguna pelandrusca confidente de mi amiga Amancia Ortega, que sabe explotar como nadie a niños de Bangladesh y Brasil para que todas estas provincianas compren “moda” (por llamarlo de alguna manera) a precios de saldo y puedan sentirse como la Preysler la noche que se buitreó a un cantante famoso, un marqués, un ministro y un nobel de literatura de una sola atacada.

Y, por supuesto, también le eché un vistazo a la programación cultural, porque las snobs solo vemos cine sueco. E hija mía, que muermazo. Había por allí unas rojas pasadas de rosca a las que les dio por organizar una jornada de memoria histórica y entregar a dos travelas unas distinciones que parecían compradas en el chino de su barrio. Yo hubiera organizado una entrega de galardones por todo lo alto, patrocinada por las grandes firmas de la moda y la cosmética. Como el Premio Champú Palmolive contra la Caspa. Que se lo hubiera dado, sin lugar a dudas, al Diario de Cádiz. Y además, ¡qué memoria ni qué memoria, si estas de todos los porros que se han fumado ya no les queda ni una neurona donde almacenar el recuerdo de lo que cenaron anoche…!

En definitiva. Un fraude. Así que, indignada, hice las maletas y me fui para el Orgullo de Madrid. Bueno, para uno de ellos, porque allí hay varios, y yo desde luego fui al de postín, al cosmopolita, al orgullo que van las estrellas, a la madre de todos los prides. Así pude ejercer el otro gran derecho que, además de votar, nos ha legado nuestra augusta democracia: consumir y consumir hasta caer con gastroentiritis empachada de todo. Porque nosotras, como se sabe, tenemos un alto poder adquisitivo (bueno, algunas son pobres de solemnidad, pero a estas no las sacamos en el álbum de fotos porque nos deslucen mucho los telediarios) y somos muy limpias y las mejores gastadoras. Tanto, que cuando nos ponemos así les gustamos hasta a la derecha más reaccionaria. Qué listas y pizpiretas que somos.

Así que ya lo sabes, sí quieres ser una marica verdaderamente trendy…NUNCA VAYAS AL ORGULLO DE CÁDIZ!!!



 Artículo relacionado:
¿Aunque sea a ciegas?

No hay comentarios:

Publicar un comentario