Francia se hiela
Por Thibaut Gautier
Fuente: Vozpopuli |
Aquí (en Francia) se ha instalado claramente la
miseria. No hay demasiadas dudas sobre lo que va a pasar. El país acaba de
entrar en el siglo XXI, el de la mercadería globalizada y los reaccionarios no
están dispuestos a convertirse en apátridas.
Ayer por la noche acabamos de descubrir la
clase de los " managers”. A fuerza de formarlos en nuestras escuelas, en
nuestras universidades, en nuestros deportes y en nuestras vidas, tenía que
suceder y ha sucedido. La burguesía ha parido: Macron. Es tan blanco que se
cree universal, está tan formado, diplomado, que se siente competente, es tan
liberal que se siente revolucionario. Incluso parece que es
encantador.
El encanto de los primeros de la clase, de
los verdaderos ‘cursilitos’.
Así, pues, Macron va a convertirse en
presidente contra un verdadero partido político, que tiene una verdadera
historia política, verdaderas tesis políticas por muy nauseabundas que sean.
Esto va a enfurecer a la gente. Toda las gentes de extrema derecha que se
han investido, que incluso tienen la sensación de estar haciendo
política, sin duda van a perder, van a enloquecer - no siendo la templanza su
punto fuerte- y acabarán ganando. Hace demasiado tiempo que lo están esperando.
Y aquí los políticos nos llaman a derrotar el FN,
pero derrotar a FN en las urnas es precisamente no ver el problema, es permitir
cinco años más el reinado de la mercadería, que cogerá TODO lo que pueda al
saberse perdida, para que a continuación venga el reinado de los reaccionarios.
En ese momento ellos (los reaccionarios) gobernarán de acuerdo a su imaginario,
gobernarán sobre las ruinas y no dejarán de hacer otras nuevas, porque a los
reaccionarios es lo único que les gusta, las ruinas (era ya el programa de
Speer para Berlín).
Derrotar al FN en las urnas es para muchos de
nosotros tolerarlo de facto en nuestras vidas y en nuestros corazones pasado el
7 de mayo. Es ceder a los afectos del neoiberalismo Y del fascismo: miedo y
estupefacción.
Cuando hayamos terminado de amar la ruina
y el miedo y la estupefacción no nos afecten, resultaremos
vencedores, aún quedará por construir una nueva educación sentimental.
Tenemos todavía mucho que aprender de la lucha
contra el SIDA, cuando el miedo y el estupor se abatieron sobre nosotros y
alguno predecía la ruina. Pero no es más que un presentimiento.
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