Rivero y Escalante, y su compañía Mentidero Teatro, vuelven con su mejor comedia sobre la tragedia de la vida diaria. Un retrato social divertidísimo donde las risas intentan esconder la desoladora tristeza del alma que las cuenta. Escalante, como buen andaluz, cuenta las tragedias riéndose de ellas.
Lo que esconden las risas
Por Santiago Escalante
Lo que esconden las risas es una historia de nuestros tiempos complicados y enredados, fundamentalmente por nosotros mismos. Carmen, una mujer casada -y cansada de estarlo-, enganchada a todos menos a la vida, con “muchos” problemas de salud, casi todos inventados por su cuerpo como defensa frente una vida que le es hostil.
Carmen cree padecer ella misma todas las enfermedades que posee un universo donde no encuentra su ubicación vital. Una vida en la que el dinero nunca sobra -pero si se le ve poco y se le añora mucho- y donde los sueños son siempre pesadillas acompañadas de un despertar al que se prefiere no llegar para no encontrarte acompañada en una soledad elegida y necesaria frente a la compañía impuesta que es para ella su marido -ese al que juró amor eterno y que ahora se le hace eterno-, un hijo que esconde tras una mentirosa sonrisa su verdadera y amarga realidad, y la madre de su amor “eterno”, una anciana capaz de convertir la vida diaria de esos escasos metros cuadrados en un campo de minas
Demasiado ruido para el silencio extremo que el sinvivir de Carmen necesita, que ve como única solución perder de vista todo lo que le rodea incluso a ella misma. La búsqueda de una raya en el horizonte que un día perdió para no volver a encontrarlo.
Carmen tiene una vida universal y común a millones de mujeres y hombres que soportan una existencia negra y cuadrada en un mundo redondo, que da muchas vueltas incluso alrededor de su propia vida. Aunque ella no lo crea.
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