jueves, 22 de diciembre de 2016

'''ECRITURE' BOLLERA

Poesía lesbiana queer: Un desafío

 

Por Eduardo Nabal



 
El libro Elena Castro Poesía lesbiana queer (Icaria, 2015) viene a llenar un hueco en el que las mujeres lesbianas reivindican su historia y su trayectoria a través de la poesía escrita en castellano. Aunque esta presente en las más contemporáneas la herencia de Monique Wittig (escritora, ensayista  y poetisa comprometida), el libro se remonta a las  primeras manifestaciones de poesía lesbiana en el estado español, desde Lucia Sánchez Saornil (anarquista de tiempos de la República) a Cristina Peri Rossi y otras contemporáneas menos conocidas que han convertido el lenguaje en un laboratorio maravilloso contra la invisibilidad y, también, contra los binarismos de género.

En medio nombres silenciados en la dictadura, como Gloria Fuertes o ya en la Transición, la obra de autoras como Ana Maria Moix o Esther Tusquets, que se movieron entre la poesía y la prosa poética, abriendo con timidez los armarios a través de obras algo crípticas como las elegías amorosas de Tusquets, en un plano casi abstracto o plagado de metáforas, o ese gigantesco ‘armario’ que amenaza a la protagonista de Julia, la gran novela de Moix, influida por Wittig. Si la solterona es la lesbiana a la que todos quieren mantener en el armario en el franquismo, la joven feminista o hippie es, al menos, al principio, otro tanto en el seno de la izquierda emergente.  Tusquets, Moix y otras mujeres van rompiendo ese silencio.

Llegamos, por fin, a la inmensa uruguaya Cristina Peri Rossi y a algunas nuevas poetisas españolas contestatarias como la contemporánea Txus García, que huyen del esencialismo y la corrección política, en favor de un giro queer a la poesía lésbica. El libro, desde su brevedad, llena un hueco enrome que en otros países ocupan u ocuparon nombres como Adrienne Rich,  la propia Wittig, Jeannette Winterson, Nicole Brosard (Barroco al alba), Cherrie Moraga, Djuna Barnes o Audre Lorde. Estamos ante un ensayo nada académico pero riguroso que recorre la historia de las mujeres que plasmaron en papel y versos de arrebatadora sinceridad su diferencia o su amor por otras mujeres.

A los cincuenta
ya nadie es romántico
todo el mundo ha aceptado
el matrimonio
gay o hetero, que más da
y la hipoteca
Solo algunas locas
llaman a las dos de la madrugada
para decir "Haría el amor hasta morir"

C.P Rossi.

Si los poetas gays Lorca a Panero, pasando por Cernuda, Gil de Biedma o el infravalorado y vilipendiado Haro Ibars, alcanzaron -en algunos casos- reconocimiento casi universal, algunas de estas mujeres todavía se encuentran en un terreno impreciso, redefiniendo, reivindicando o cuestionando aquello que se ha dado en llamar ‘escritura femenina’ y que aquí acaba siendo, además de un elegante recorrido histórico por una serie de autoras en el tiempo que les toco vivir, una maquina de guerra contra el binarismo hombre/mujer, hetero/homo, sin abandonar la pasión de contar aquello que se silenció en nuestro país durante tantos años: el amor, el desamor, la lucha, la soledad y la fuerza de las mujeres lesbianas que cuentan sus historias e interpelan a nuevos sujetos lectores y potencialmente creadores que se empoderan en un nuevo espacio público y privado.

A la espera del último poemario que María Castrejón, podemos leer y disfrutar de principio a fin este ensayo lúdico, ameno y bien documentado sobre las poetas que hicieron historia en un mundo de mentiras, secretos y silencios.

Para terminar, unos versos desafiantes de Txus García

Aquí estoy me llamo Txus y soy transgénero
Llevo años siéndolo
Mi madre me trans-vestía como a una señorita
[...]
Hice la primera comunión trans-vestida de blanco
era una pequeña gordita y folclórica.
Era Marika.

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