martes, 30 de mayo de 2017

EL CINE DE DEREK JARMAN

Un delfín azul sobre tu tumba

 

Por Juan Argelina y Eduardo Nabal






"Todo mi corazón se regocija en el rugido de las olas sobre los guijarros. Es una dulce y maravillosa música para mis oídos. Qué alegría hay en el abrazo del agua y de la tierra". Con estas palabras, dichas por la reina Isabel I de Inglaterra, mientras pasea por Dancing Ledge, en Dorset, junto a su astrólogo John Dee, acaba Derek Jarman su película Jubilee (1977), clamor amargo y siniestro de la Gran Bretaña punk contra el sueño convertido en pesadilla de un imperio sumido en el caos del "no futuro" de los Sex Pistols. Un país convertido en tierra de miseria, condenado a la barbarie del neoliberalismo. La frase de la reina puede ser un epitafio contradictorio, tras el terrible paseo que el arcángel Ariel somete a ambos personajes a través del tiempo desde su glorioso siglo XVI hasta la ponzoña del XX, para comprobar la decadencia de su homónima Isabel II en el año de su jubileo, y observar la deriva de una Historia en la que la confusión de los símbolos es la metáfora de la mentira global que domina las mentes de todos. Jarman tituló precisamente Dancing Ledge su autobiografía.

 "El único lugar seguro de Inglaterra", donde Borgia Linz, "el rey del capital", propietario de "todas las asociaciones de siglas posibles" (BBC, CIA, KGB, ABC, MGM, ATV, EMI ...), ha comprado su mansión, protegida por nazis con bandera comunista y el propio Hitler convertido en gran artista. En un alarde de nihilismo, todos los "ismos" socio-políticos (capitalismo, estalinismo, nazismo, protestantismo, positivismo,...) conducen al mismo camino de la dominación instrumental.

Y así, el desencanto se traduce en surrealismo mágico y trágico, metáfora de muerte, que se percibe en toda su filmografía, hasta agotar la imagen misma en Blue (1993), probablemente el único caso de cine abstracto monocromo experimental. El caos de Jubilee conduce al vacío de Blue. La protesta ante el maltrato que recibían los enfermos de sida por el gobierno de Margaret Tatcher culmina en el abismo de la muerte.

En Blue el azul eléctrico e hipnótico nos sumerge en la pantalla mientras nos fundimos con ella, a la vez que escuchamos los relatos y sonidos que describen los procesos mentales relacionados con la experiencia intuitiva de la muerte: "Buscadores de perlas, mares azules, aguas profundas bañan la isla de los muertos, arrecifes de coral, ánforas y oro en el lecho del mar. Yacemos mecidos por las olas, velas de barcos olvidados, agitados por un viento fúnebre allí abajo. Niños perdidos duermen para siempre. Tiernos abrazos y labios salados se rozan. Por jardines submarinos esbozan antiguas sonrisas. Sonidos de conchas susurran amores profundos, flotando para siempre en la marea. Su olor. Hermosos muertos. La belleza del verano. Los vaqueros en los tobillos alejan mis ojos espectrales. Bésame los labios, los ojos. Nuestros nombres se olvidarán con el tiempo. Nadie recordará nuestro trabajo. Nuestra vida pasará como el rastro de una nube; se desvanecerá como la niebla acosada por los rayos del sol. Porque el tiempo corre como las sombras. Y la vida centellea fugazmente por la hierba. Y yo pongo un delfín azul sobre tu tumba".

Un lenguaje poético que rememora las últimas palabras pronunciadas por la reina Isabel I, disueltas en las olas de Dorset, en su viaje de Jubilee, repetido por el propio Jarman en Blue hacia la trascendencia de sí mismo, invitándonos a generar imágenes inexistentes, porque la pantalla es el espectador. La abstracción pura, aparentemente vacía, es la perfecta alegoría de la pandemia del sida. Si el virus es invisible, también lo son sus víctimas para la sociedad. Además, el azul, el color que "nos revela la ley fundamental de la cromática" según Goethe, utilizado como un ‘continuum’ temporal, ensambla en un todo la visión fija de la pintura con el tiempo relatado del cine, produciendo una escenificación imaginaria de la experimentación que Yves Klein quiso ofrecer en su serie de cuadros monocromáticos, en los que el azul simbolizaba la imagen de la ausencia.

Sus "zonas de sensibilidad pictórica e inmaterial" invitaban al público a sentir e imaginar a través del vacío. Sentir la ausencia significaba profundizar en la autosensibilidad y el autoconocimiento, en una clara referencia a la filosofía zen. Así Jarman se expone crudamente a través de su mente sin cuerpo, una vez que ya ha experimentado la presencia del dolor, y presiente su propio vacío en una identidad que se desvanece. Es como si toda su actividad artística se confirmara en su propio eclipse, en la desaparición de todo, y la oposición entre lo animado y lo inanimado quedara relegada al trastero histórico, que ya no es un museo, sino ese no-lugar al que va a parar la información cuando se borra por accidente en el ordenador. 

Jarman siempre fue un surrealista, mirando a desde un pasado imaginado a un futuro imaginario a través de un presente imperfecto. En sus películas todos los objetos son signos anacrónicos que saltan del presente al futuro lejano. Modernos artefactos tecnológicos se colocan discretamente entre el esplendor renacentista de los prelados romanos, sus ropajes, sus palacios (Caravaggio, 1986). Un énfasis estético que enlaza con la afirmación nietzscheana de que no existe el pasado y, por lo tanto, en último término, tampoco el tiempo en absoluto. Los planos de Caravaggio o de la más discursiva y activista Eduardo II (1991), son representaciones escenográficas que funcionan como metáforas de un presente continuo, que enlazan con su obra pictórica anterior, en la que la sombría sensualidad de los cuartos oscuros y los sitios de cruising era visto como una ambientación teatral y dramática, de tragedias donde el sexo, la sangre, la vida y la muerte se convierten en signos. Donde lo escénico y lo fílmico se retroalimentan en una búsqueda imposible de un arte bello y revolucionario, heredero de algunos postulados de Einsestein, Bretch o Cocteau-Genet, aunque entre sus filiaciones fílmicas estuvieran sus compatriotas Powell y Pressburger, la Trilogía de la Vida de Pasolini y el cine barroco y escenográfico de gente como Max Oplush o su primer mentor, el también inglés Ken Russell, para el que trabajo como escenógrafo.  En sus composiciones grababa musculosas figuras en una oscura capa de pintura negra, dorada y roja. Eran figuras casi invisibles, casi indistinguibles en la penumbra, con lemas añadidos como "follad, chicos, follad", en un claro desafío a quienes consideraban (y consideran) que estas prácticas convertían a los gays (proto-queers) en proscritos sexuales, especialmente en la Gran Bretaña thatcheriana, teñida de desajustes socioeconómicos y contrastes de todo tipo.

Toda la obra de Derek Jarman está llena de signos reveladores de una homosexualidad transgresora y cuestionadora del orden moral propio de la política ultraconservadora de una derecha que heredaba lo peor de la era victoriana: el miedo a la diferencia, expresado en la ilegalización de cualquier expresión pública de la homosexualidad (artículo 28 de la Local Government Act, de 1986), que conllevaba de hecho la criminalización del sida y, de forma, solapada, de las sexualidades no heteronormativas. La oscuridad a la que le conduce la marginalidad de su condición homosexual le acercó al tenebrismo barroco de Caravaggio, un alter-ego encuadrado en una época (el siglo XVII) con la que establecía paralelismos emocionales e ideológicos, además de referencias estéticas que le acercaban al sentido ritual de la muerte como parte de la tragedia del hombre abocado a la marginalidad en su búsqueda de independencia frente al poder.

Los años 80 fueron los de la "opulencia" del neoliberalismo, el hiperconsumismo, el artificio y la simulación de la riqueza, los años del "fin de la Historia" y la postmodernidad. En esta "destrucción del tiempo" se halla también la necesidad de acudir a la teatralidad del barroco, puesto que su exageración nos induce a la incredulidad de lo que la superficie oculta. Si Caravaggio se autorretrata en la cabeza cortada de Goliat, así como Miguel Ángel lo hizo en la piel desollada de San Bartolomé, Derek Jarman se refleja a sí mismo en el pintor acosado por su propia vida, convertida en drama personal. Caravaggio es Jarman desafiante, rebuscando en la basura para transmutarla en mito y elevarla al nivel de santidad para arrojarla a la cara de la clase dominante. Caravaggio no es un héroe, como tampoco lo es Eduardo II, que, encerrado en una jaula, muestra la impotencia frente a la homofobia, y espera resignado la muerte, al igual que ocurre en Sebastiane (1976), donde la tragedia del sacrificio se estiliza en un ejercicio de sadomasoquismo.

El cine de Jarman no es cómodo ni fácil, pero nos fuerza a explorar sensorialmente las entrañas de la realidad a través de sus metáforas. El ángel de Jubilee nos arrastra junto a sus personajes hasta las sombras de nuestro mundo, dándonos una perspectiva siniestra del futuro, pese a toda la poesía condensada en Blue, que más que una despedida personal del mundo, es un compendio nostálgico de toda la belleza de una realidad desvanecida, una mirada al inconsciente colectivo. En sus propias palabras, "todos somos cómplices de los sueños del alma", una forma poética de transmitir el poder de ese inconsciente, para bien o para mal, que nos devuelve la idea del ritual que da forma a la fuerza que como sociedad tenemos para asimilar nuestros actos.

El legado visual de Jarman se puede rastrear tanto en largometrajes como videoclips: ahí tenemos, por ejemplo, Loosing My Religio (1991), de REM, dirigido por Tarsem Singh, o Heart Shaped Box (1993), de Nirvana, realizado por Anton Corbijn; y, sin duda, la adaptación de la obra de Virginia Woolf Orlando (1992), de Sally Potter. La estética de Jarman, más plástica que narrativa, más escenográfica que dramática, es de una provocación sin concesiones, de gran potencia visual y un exacerbado homoerotismo. Se podría comparar su obra con la de Peter Greenaway, Jean-Pierre Jeunet o, en menor medida, Sally Potter directores capaces de superar los límites de la creación convencional y rechazar las imposiciones de la industria. Pero es la carga de militancia política y la fuerza expresiva de su representación de la homosexualidad como transgresión lo que define la creatividad de Derek Jarman y le sitúa entre los cineastas más irreverentes e interesantes del cine contemporáneo.
 






EL VIERNES 9 DE MAYO SE PROYECTARÁ EL FILME EDWARD II (1991), de Derek Jarman, a las 18.30 h. en la Biblioteca Municipal Miguel de Cervantes de Burgos. Entrada libre hasta completar aforo.


 

sábado, 27 de mayo de 2017

ARCHIVO QUEER?

Se inaugura en Madrid la muestra El porvenir de la revuelta. Memoria y deseo LGTBIQ

 

La exposición permanecerá abierta hasta el 24 de septiembre


Por Andrés Senra


  

 
Ayer se inauguraron las exposiciones Archivo Queer? y Anarchivo SIDA en Conde Duque, sala de bóvedas, Madrid. Como sabéis muchas de vosotras, Archivo Queer? es el archivo que recoge la memoria de activistas de LSD, la Radical Gai y RQTR durante la década de los noventa a partir de documentos gráficos, fotográficos, videos, carteles y flyers que muchas de nosotras donamos al MNCARS en 2014.

Esta exposición la mostramos en el Van Abbe de Holanda durante el año pasado y por fin ha podido venir al lugar donde tuvieron lugar los acontecimientos: Madrid. El objeto de Archivo queer? fue plantear una investigación en torno a las dificultades que suponía crear un archivo dentro de una institución museística a partir de documentos y prácticas que entraban en conflicto directamente con las ideas de Institución, Museo y Arte (todo así con mayúsculas), El otro objetivo fue crear un archivo que facilitara la labor de las investigadoras de los activismos LGTBIQ de ese periodo y que estos documentos no se perdieran entre los papeleos de nuestras casas y las múltiples mudanzas y derivas precarias de los materiales, por lo que muchas consideramos que donarlos era lo mejor.

Por último, en el interés de todas estaba dotar al archivo de la mayor difusión posible. Este es el objeto, entre otros, de esta exposición, a la que ojalá podáis asistir. La muestra permanecerá abierta hasta el 24 de septiembre. La programación de El porvenir de la revuelta. Memoria y deseo LGTBIQ cuenta con la dirección artística de Fefa Vila Núñez.



jueves, 25 de mayo de 2017

CUERPOSPERIFERICOSENRED SE RETIRA DE LA CONVOCATORIA DE 'CÁDIZ CON ORGULLO 2017'

Un Orgullo rendido a las ambiciones políticas de Mar Cambrollé y los intereses del gaypitalismo

 

 

La junta directiva de Cuerpos Periféricos en Red, asociación completamente autónoma y cofundadora de la plataforma Cádiz con Orgullo, ha decidido retirarse de la convocatoria de Cádiz con Orgullo 2017 tras la reunión mantenida esta mañana entre el Ayuntamiento de Cádiz y los integrantes de la citada plataforma. El Ayuntamiento ha decidido ceder a todas las presiones a las que nos ha venido sometiendo la presidenta de la Asociación de Transexuales de Andalucía, Mar Cambrollé, ayudada por cierta parte del empresariado de ambiente de la ciudad, para que la señora Cambrollé ocupara un papel central en la celebración de dicho evento, a pesar de que ni la una ni los otros han participado en las intensas jornadas de trabajo que el resto de asociaciones han tenido que asumir para que Cádiz no se quedara sin un Orgullo a la altura de su importancia sociopolítica.

La señora Cambrollé, cuya filiación política a nadie se le escapa, había sido invitada desde hace tiempo para que participara en la programación con  un acto en el que presentara junto al asesor jurídico de ATA, Liván Soto, su proyecto de Ley de Transexualidad, que la plataforma apoyaba plenamente. Sin embargo, la señora Cambrollé se descolgó a última hora con unas exigencias que la situaban a ella, y a nadie más de su asociación ni del resto del movimiento lgtbqi, en el centro del evento, particularmente en el acto que se celebra en el balcón de la Casa Consistorial tras la manifestación prevista para el sábado 3 de junio. La señora Cambrollé ya nos había manifestado que ella no podía ser una más en el evento porque "es una institución que arropa al Orgullo de Cádiz".

Las prisas de la señora Cambrollé y de los referidos empresarios del ambiente  por ocupar esta posición comenzaron una vez que se enteraron de que el Ayuntamiento de Cádiz había abierto la mano por primera vez para que Cádiz contara con un Orgullo más o menos relevante, alegando que siempre había participado en la fiesta que un bar de ambiente venía celebrando con motivo del Orgullo desde hacía ya varios años.

Los argumentos esgrimidos por el Ayuntamiento esta mañana son de tal calibre y suponen tal humillación política, que Cuerpos Periféricos en Red no ha tenido más remedio que adoptar la decisión que ahora comunicamos, lamentando las molestias que hayamos podido ocasionar a toda la gente con la que se ha contactado y animando a toda la ciudadanía a participar en los actos que nuestrxs compañerxs de Lambda La Isla, Trans Huellas, Hijas de Nadie y otras  entidades de la Bahía de Cádiz tienen pensado seguir sacando adelante.

De otra manera, el Orgullo de Cádiz quedaría definitivamente en manos de los intereses de los empresarios del ambiente y de las ambiciones personales de la señora Cambrollé, a la cual esperamos que su partido coloque pronto como eurodiputada en Bruselas, para que deje de tratar a Cádiz como si fuera su feudo. 
 

domingo, 21 de mayo de 2017

ACTUALIZACIÓN DE PIER PAOLO PASOLINI




Palabra y acción. Poesía y política


Por Eduardo Nabal




Cuando  veo a los mass-media y comentaristas de turno convertir a Pier Paolo Pasolini en una especie de figura intelectual, “cura obrero” o mártir de causas que no nombran, recuerdo aquellos rostros castigados, aquellos chicos de la calle, parados y precarios de los barrios de la periferia, sus historias, escritas, cantadas o filmadas de deseo, lucha, sudor, rebeldía, amor y muerte. Desde Accatone a Saló y a, a pesar de sus contradicciones ideológicas y personales, nunca dejó de avisarnos de la Europa neofascista que hoy nos sobrevuela.  

            El cine de Pasolini, su teatro (casi inédito por estos lares), su narrativa, su poesía, no son fáciles para el lector contemporáneo. Él nos llamaba a mirar su obra con otros ojos, unos ojos distintos de los  que ahora disponemos. Es decir, como Edipo Rey, a sacarnos los ojos de la cultura oficial o de masas para mirar de nuevo, para aprender a mirar, para simplemente ver a releer las imágenes en la pantalla, a capturar la simbiosis entre artes y letras en una de sus expresiones más telúricas. A fundir la palabra y el signo visual. Y esa no es una labor sencilla. Su vida y su obra siguen siendo misteriosas, contradictorias sí, en ocasiones irritantes pero, sobre todo, herméticas en su apertura a la realidad, a una realidad que hoy, nosotros, desconocemos y, a la vez nos atenaza. Los buscadores de etiquetas de altura hablaron de Freud y Marx como padres intelectuales de sus inquietudes y fantasmas. Así el cadáver golpeado y apuñalado en la playa de Ostia, se dice, por un anónimo chapero (lo que él llamaba raggazzi di vita), crimen detrás del  que seguramente estuvo el Gobierno italiano en alianza con la ultraderecha o la democracia cristiana en el poder, sigue siendo difícil de digerir si no se equipara, en artístico flirt con la muerte, con el protagonista crucificado en una cárcel mental en Mama Roma o con Edipo y Medea sacrificados en aras del mito clásico. Un circulo sadiano que algunos se empeñan en calificar de masoquista pero que él en Saló ya anunció como un crimen de los poderes fascistas.

 Poca gente, entre los que hablan de, ven, leen o recitan a Pasolini lo hacen con sinceridad, sino más bien desde el morbo, la piedad o la mistificación, cuando no la tergiversación evangélica. Una mistificación basada en ocasiones en la estupefacción ante un lenguaje que puede parecernos arcaico y demasiado futurista a la vez. Sus primeras novelas nos hablan de una manera algo reiterativa de los chicos que conoció y amó en los suburbios de Roma y otras ciudades italianas, sus correrías adolescentes, sus desencantos juveniles, sus problemas familiares y con la policía del momento…Algunas de sus películas parecen pasadas de moda. Saló ya no escandaliza tanto, más bien solo interesa y a algunos los aburre, repugna o irrita. Passolini puso poesía de lo real al último neorrealismo, como Fellini le había puesto la magia del prestidigitador o Visconti él  auténtico melodrama social  de la  elegante decadencia. Algunos le habían puesto humor y sexo lo que, con nobles excepciones, degeneró en la ya envilecida ‘comedieta italiana’ de los 70’. Años revolucionarios que tuvieron a sus intelectuales en Francia, pero a sus poetas y cineastas, sobre todo, en Italia, hasta la contrareacción conservadora de los setenta de la que fue víctima, entre otros, el poeta en la playa.

Son los años de una prometedora antipsiquiatría que no supo gestionarse y ha quedado borrada por una medicina hegemónica, a base de barbitúricos. Son los años de una revolución sexual que se quedó grande para las cédulas de izquierda, sobre todo en lo que a la homosexualidad y el lesbianismo se refiere. Y el canto al cuerpo masculino, desnudo, castigado, santificado o deseado pueblan las imágenes de su cine, de lo místico a lo más profano. El Ettore de Mama Romma acaba medio desnudo, crucificado en los depósitos de una cárcel-manicomio como las que todavía abundan en las afueras de las ciudades. Imágenes bellas de un cuerpo adolescente, picados y contrapicados litúrgicos, música sacra, ciudades como grandes criminales. Pasolini era un cristiano ‘sui generis’, heterodoxo, pleno de rabia y contradicciones insalvables. La expresividad de Anna Magnani, al enterarse de la muerte de su hijo, se encarga del resto, acusando con sus ojos a la ciudad entera, a la gran urbe del desarrollismo incontrolado, a sus canallas y sus miserias.

Del neorrealismo avanzado Pasolini se pasa al Mito. Visconti lo hará al descubrir en Rocco y sus hermanos la verdad del melodrama con mayúsculas, un melodrama anti-burgués. Passolini, en cambio, apela a los orígenes, a la tierra, al sabor de lo telúrico, a la nostalgia de un campo perdido por la periferia de la urbe industrializada. Ambos compartieron actrices y operadores (directores de fotografía) aunque sus mundos y sus personajes fueran antagónicos, e incluso llegaran a chocar en ocasiones. En Edipo Rey y Medea las tragedias se representan en los paisajes desérticos, lunares, desolados de una Italia de bajo presupuesto. Amor loco, tortura y muerte. Passolini se enfrenta al mito clásico y le lanza su mirada descarnada, desinhibida, rehaciéndolo en imágenes de extraña frescura,  erotismo y crueldad, de poesía y una brutalidad que lleva al canibalismo (entendido también como un acto de amor y posesión del otro). La poesía puede ser más grande que la muerte.

Hoy, en la época de la inmigración, del paro juvenil y de los llamados ‘guettos culturales’, Passolini vuelve a cobrar vigencia en un mundo que, se ha convertido en lo mismo pero bajo formas más refinadas, con esos paisajes lunares sofisticados en grandes empresas.

¿Fue Passolini un gay rechazado por la ortodoxia marxista? ¿Fue la bestia negra de la burguesía neofascista italiana, esa que eligió a Berlusconi, bestia mediática? ¿Qué diría hoy Passolini  de la Unión Europea, de Trump, Putin y sus torturadores?  Preguntas que, lamentablemente, quedan sin respuesta.

Tennessee Williams, otro autor que desde épocas y lugares bien diferentes cantó, como Pasolini y Visconti, a la belleza del cuerpo  masculino y a la soledad del creador, escribió, en su juventud, un relato corto titulado El poeta, en el que un hombre ebrio se vale de la narración oral para atraer a los muchachos junto a él, en la arena blanca de una playa. Su destino, no podía ser de otro modo en aquella época, es fatalista. Pero ahí la tragedia de Passolini se aleja de la poesía para adentrarse en la política. Palabra y acción, poesía y política, una búsqueda de un arte trasformador truncada por los de siempre, por una moral estrecha y unas fuerzas de orden que cercenan la creatividad transformadora. Nanni Moretti en su Caro Diario, dónde visita la tumba real de Pasolini en la playa de Ostia, le rinde el menor homenaje posible. Los fastos de estos años le vienen pequeños. Moretti se aproxima con sinceridad pero lo hace, no obstante, a la tragedia y su escenario, no al hombre y las complejas dimensiones de  su rebeldía.

martes, 9 de mayo de 2017

II ORGULLO EN EL DEPORTE

Los preliminares del Orgullo gaditano ya han comenzado en el Estadio Ramón de Carranza

 

 

cuerposperifericosenred


La Peña Deportiva 'Nenas Cadistas' han vuelto a dar por segundo año consecutivo el pistoletazo de salida al Orgullo gaditano en un espacio de especial significancia para la lucha contra la homofobia y la transfobia, como es el estadio de fútbol Ramón de Carranza.

Así, el II Orgullo en el Deporte que organiza 'Nenas Cadistas', en colaboración con la Fundación y el Club del Cádiz CF, se ha convertido en unos auténticos preliminares de los actos que la plataforma 'Cádiz con Orgullo' tiene preparados para la primera semana de junio, entre los que se incluye una manifestación que recorrerá la ciudad desde la Plaza Asdrúbal hasta el Ayuntamiento el sábado 3, que a su vez dará paso a la ya tradicional fiesta del Orgullo de El Pópulo.

Estos preliminares comenzarón el pasado domingo 7 de mayo en el estadio gaditano, donde 'Nenas Cadistas' entregó sus premios LGTB Deportivos, que recayeron en el Cádiz CF femenino, por la visibilidad de las mujeres en el deporte a la que contribuyen; en la concejala de la Mujer del Ayuntamiento de Cádiz, Ana Camelo, por su trabajo en defensa de los derechos lgtbi; y en la artista drag Samantha Ballentines, por amenizar tantas noches al público gaditano.

El presidente de 'Nenas Cadista', Francis Rivas, ha manifestado su satisfacción por el rumbo que está tomando la iniciativa del Orgullo en el Deporte, para el que la Fundación del Cádiz CF ha aportado este año el cartel de la convocatoria y unos brazaletes con la bandera del arco iris, que paradójicamente la liga no dejó después lucir en el campo. Por su parte, el club ha puesto, no solo el recinto deportivo, sino, como ha recalcado Rivas, "también las ganas de celebrarlo, ya que fue el propio club el que nos llamó para la coordinación del evento". Además, el club entregó a la peña deportiva una réplica del cartel de la jornada en cartón pluma.  

Sin embargo, el II Orgullo en el Deporte no ha acabado aquí. 'Nenas Cadistas' espera presentar en breve la exposición ampliada sobre deportistas lgtbi que les ha cedido la Federación Arco Iris, "y que el club se ha ofrecido a llevar por diferentes puntos de la provincia", apostilló Rivas.

El portavoz de 'Nenas Cadistas' asegura que el Cádiz CF le ha comunicado las muchas ganas que tiene que celebrar el III Orgullo en el Deporte, "intentando hacerlo mucho más visible aún".