sábado, 30 de septiembre de 2017

Y EL MONSTRUO VINO A VERME

 

Una reflexión sobre una nueva amenaza de Trump contra los derechos del colectivo LGTB


Por Eduardo Nabal



Al principio pensaba no escribir nada sobre esto porque es obvio que el señor Trump lo que busca, a toda cosa, es que se hable de él un día sí y otro también. Pero dada la estrechez de miras, al menos en estas cuestiones, de la mayoría de los "voceros" de la izquierda burgalesa y dada también su alarmante mediocridad intelectual me he decidido a hacer una reflexión internacionalista sobre una amenaza real o hipotética. El presidente de EEUU busca un resquicio legal (y, en principio, lo tiene) desde el que promulgar una legislación que permita que expulsar libremente al colectivo LGTB de sus empleos. Esto activa un mecanismo complejísimo en nuestra mente que nos devuelve no solo a la epistemología del armario sino al poder real y simbólico de los discursos de odio, aunque en la práctica haya barreras que logren pararlos, como ocurrió, nunca del todo, con las deportaciones masivas de ciudadanos mexicanos. Trump ha conseguido su propósito ir directo a un miedo que comparte mucha gente LGTB de aquí y allí: perder sus empleos por motivo de su orientación sexual, con o sin ley por medio.

 

Azuzando a la bestia del odio surge el monstruo del fascismo y esta vez no le toca a una reserva de pieles rojas o a las trans en el ejército sino a los trabajadores no heterosexuales. Claro está esta ley es solo un discurso en llamas, de momento algo así como la invasión de los marcianos de Orson Welles en versión cutre, paleta y republicana. Algo así hemos sentido muchas personas en el Estado Español también viendo la reacción patriotera del gobierno y parte de la ciudadanía ante la remota posibilidad de un referéndum por la independencia de Cataluña. La bestia del pasado que avanza a tres zancadas arrasando todo a su paso. Lo preocupante no es solo que esto pueda llegar a materializarse (algo legalmente bastante improbable), con lo que Trump batiría el record de enemigos dentro de sus propias fronteras, sino el hecho de su propia enunciación en manos de alguien que “pudiera” ser reelegido. Como Rajoy enviando su armada ligera a las costas Catalanas para salvar la unidad de la patria. ¿Cómo superar el colapso y pasar a un terreno de lucha que creíamos superado con creces? ¿Debemos seguir el juego al monstruo que ha venido a visitarnos? No lo sé, pero en cualquier caso, como decía Bretch “sobre los tiempos oscuros, también se cantará”.

miércoles, 27 de septiembre de 2017

LA LIBERTAD ES UNA BATALLA CONSTANTE de Angela Davis


 
 
 
La editorial “Capital Swing” hace poco nos permitió recuperar, entre otros textos legendarios, las memorias de Angela Davis y ahora nos acerca a un texto mucho más reciente pero igualmente luminoso de esta luchadora inagotable. “La libertad es una batalla constante” (título sacado de una vieja canción por la abolición de la esclavitud) es una recopilación de ensayos, entrevistas y conferencias más o menos recientes que actualizan el discurso siempre combativo de Davis dentro y fuera de EEUU contra el capitalismo salvaje y globalizador, el heteropatriarcado y sus violencias reales o simbólicas, el racismo brutal o refinado, la supremacía blanca y las formas en las que el estado sigue ejerciendo su hegemonía  y formas de exclusión como las prisiones, los centros de internamiento o la invasión continuada de países como Palestina, Afganistán u otros lugares de Oriente Medio.
 
Escritos, en su mayoría, bajo el mandato del presidente Obama, sin pelos en la lengua, sus textos reflexionan sobre la pervivencia del discurso racista bajo nuevas y ancestrales formas y como la población afroamericana sigue sufriendo un tipo de violencia estructural a la que apenas se atiende más allá de lo meramente cosmético, con una mentalidad que renueva un fondo de necropolítica feudal. Davis nos habla también de sus viajes a Palestina y sus contactos con los movimientos de resistencia a la ocupación, de las formas de oposición al colonialismo, de su militancia en los “Panteras Negras”, su paso por la cárcel y su lucha contra el ostracismo social,  de su militancia comunista y feminista desde la década de los sesenta hasta la actualidad, del gran negocio de las prisiones en nuestros días  y  también del machismo, la homofobia, la lesbofobia y la transfobia que se ceban particularmente en los sectores más vulnerables de la población de las llamadas “sociedades desarrolladas”. Sociedades que ocultan o pretenden ocultar  heridas y cicatrices cada vez más profundas. Davis actualiza su diario de combate pero nunca baja la guardia, fiel a sí misma, veterana sin descanso, de una batalla constante: la libertad.

EL VIRUS DEL MIEDO Y EL CINE DE VENTURA PONS.







 El virus del miedo, mas teatro en el cine controvertido e inteligente del realizador catalán Ventura Pons

 

 
Eduardo Nabal
 
 

“El virus del miedo” muestra lo mejor y lo peor del cine del realizador catalán Ventura Pons. Nuevamente una base teatral y pocos escenarios, actores no profesionales mezclados con actores curtidos en el mundo de las tablas o las series de televisión, aciertos y originalidad en la puesta en escena con momentos de planificación rutinaria al servicio de los diálogos o el lucimiento de los actores y las actrices de diferentes generaciones. El gran mérito de esta película- que queda muy por debajo de sus grandes obras: el documental “Ocaña”, el largometraje “Manjar de amor” y sus ácidas colaboraciones con el dramaturgo Sergi Belbel, lo encontramos en la valentía del tema que aborda y la naturalidad con lo que lo hace. Pons, ya veterano realizador pero fiel a sus constantes temáticas y estilísticas, adapta una obra teatral de Josep María Miró, la rueda en catalán y consigue conservar parte de la fuerza del texto original al no intentar, como se suele decir, “airear la obra” o adornar el texto. El filme, sin abandonar un tono de comedia dramática algo ligero, aborda el tema de la sospecha, la hipocresía y la doble moral al tiempo que nos acerca de refilón a un tema tabú donde los haya: los abusos sexuales a menores. Pero el enfoque de Pons no es el acostumbrado. Estaríamos más cerca del terreno de Lilian Hellman y “The children's hour” sino fuera porque este joven y fornido monitor de natación, algo gamberrete y descerebrado pero afectuoso, no casa muy bien con el ambiente cuasi-vicotoriano de un colegio para señoritas, aunque los padres de aire mojigato y linchador si resultan perfectamente creíbles. Pero la historia de la propagación de un escándalo, de unos seres que dejan entrever sus prejuicios poniendo a  un niño como excusa sigue siendo un tema de sangrante actualidad y siempre delicado de tratar con destreza sin herir pieles de distinta procedencia.  Se trata pues de desmontar topicazos y Pons vuelve a hacer otro de sus “morceaux de bravoure” que, no obstante, funciona más por sus buenas intenciones y loables propósitos que por sus grandes resultados cinematográficos, con una puesta en imágenes ajustada pero rutinaria. Así, todos los intérpretes actúan con eficacia pero con un punto de histrionismo que nos recuerda casi se continuo tanto su procedencia escénica como la naturaleza dramática de la pieza en que se basa la película, que se ve con interés pero sin demasiado entusiasmo.
 
 
El cine de Pons se resiste a avanzar hacia terrenos fílmicos de mayor envergadura, como si su verdadero espacio se encontrara siempre entre el documental y el teatro bien filmado, pero su prestigio autoral se lo debe a películas ya señeras como su maravilloso documental “Ocaña” sobre la rutilante Barcelona de la transición y una de sus figuras icónicas más iconoclastas y a su desafío a tabúes entonces vigentes como la homosexualidad, el feminismo, la historia no contada de Cataluña, la lucha antifranquista, la historia de los movimientos por la liberación sexual o la vida en los barrios menos favorecidos de la ciudad siempre acompañado de incursiones, cada vez más frecuentes, en universos literarios y, sobre todo, teatrales donde ha pasado de moverse con soltura (Caricias, Manjar de amor) a hacerlo con frialdad, como ocurre en sus últimos trabajos con un aire televisivo algo impersonal. Se agradece no obstante su incombustible valentía a la hora de acercarse, desde su óptica siempre personal y discutible, a figuras como el diseñador de moda seropositivo “Ignasi M”., la mítica escritora catalana Mercè Rodoreda o a temas como la sexualidad en la tercera edad (Barcelona: un mapa) o como en “El virus del miedo” al tabú del sexo intergeneracional, los abusos y la propagación de la calumnia. Otras de sus obras son reflexiones más o menos inteligentes sobre la juventud actual mejores de lo que parecen (“Año de gracia”) o sobre el mundo del teatro y la feminidad como “Actrices” o “Anita no pierde el tren” ambas protagonizadas por Rosa María Sardá dando lo mejor de sí misma. El cine de Pons como el del mallorquín Villaronga está rodado en catalán y al ser un cine de actores y actrices es para ser degustado en versión original algo que aún sigue causando resistencias sorprendentes en este estado cateto, que todo lo confunde, patidifuso, lleno de “miedo a la libertad” e incapaz de aceptar la diversidad.
 

sábado, 23 de septiembre de 2017

APOYO MARICA CONTRA LA MITOLOGÍA HETEROPATRIARCAL

 
 
 

El mito de la marica mala

 
 
 
 
 Por Dani Curbelo
 
 
 
 
 
 
El mito de la 'marica mala' es una de las invenciones más eficaces para desarticular el movimiento sexualmente insurrecto.
¿Por qué?
Porque este concepto plumof...óbico tan arraigado dentro de la comunidad hace que nos tratemos entre nosotres con desconfianza, resquemores y distancia. Y así nunca llegamos a conocernos ya que entendemos que el resto tienen una extraña predisposición a ser 'malas' con nosotres.
De este modo somos incapaces de entablar vínculos ni relaciones, y por lo tanto no podemos tejer redes de apoyo.
Y cuando cualquiera de nuestro entorno se encuentra ante una situación de acoso, humillaciones o agresión a causa de su orientación pensaremos "Se lo tiene merecido por ser una 'marica mala'", negándole cualquier tipo de ayuda o solidaridad entre oprimides. Nos ponemos del lado de su agresor.
¿No creen que ya es hora de romper con ese mito que nos obliga a sospechar y al mismo tiempo culpabilizar a aquellas personas que por razón de orientación o identidad, al igual que nosotres, pueden pasar por numerosos momentos difíciles en su vida?
La base de un movimiento sólido depende de sus redes de apoyo y afecto.
Y no hay ningún problema en ser 'maricas malas'. La diferencia está en que esa "maldad" la enfoquemos hacia quienes nos agreden y su opresión y no hacia nuestres iguales.

martes, 19 de septiembre de 2017

CATALUÑA Y LOS DERECHOS LGTB


 
 

 

 

Un recorrido por una historia a medio contar sobre Cataluña y los derechos LGTB a vísperas de un referéndum ¿histórico?

 

 
Eduardo Nabal
 

 Allá por los años 70 se celebraba en Barcelona la primera manifestación contra la entonces vigente Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social. Entonces parecía que muchas luchas iban juntas, incluso que todas las izquierdas podían tirar de la estaca franquista, como hoy cantan en muchas ciudades españoles ante las actitudes represivas del gobierno corrupto, paternalista y soberbio de Mariano Rajoy y sus hordas policiales. Como bien señala Guillen Clua en su artículo “El McGuffin del referéndum” los independentistas catalanes con este referéndum (apañado de "aquella manera") no van a conseguir el reconocimiento de la independencia pero si aumentar su base social y sobre todo que el gobierno centralista “enseñe su ropa interior franquista”. Y lo vemos cada día más en sus actuaciones censoras y con aires represivos de otros tiempos u otros lugares. El problema es sino beneficia también a Rajoy que no se hable de su gobierno de "vagos y maleantes" y sí se hable de Cataluña, pero esa es otra historia. Volviendo al principio Cataluña tomó de algunos movimientos franceses de liberación homosexual unas señas libertarias que se reflejaron en las Ramblas de Ocaña, de Nazario, del FAGC, en algunas corrientes dentro del LCR, donde surgió Act-Up-BCN y luego han sido también calles donde se han celebrado batallas por la diversidad, algunas victorias y también se han perdido vidas como la de la transexual Sonia Rescalvo a manos de unos neonazis hoy en libertad, o la de Juan Andrés Benítez a manos de diez Mosos de Escuadra, también en libertad y en “en el cuerpo” . Cataluña ha sido pionera en muchas cosas, como la desiquiatrización trans, se ha hecho cine y teatro LGTB ya desde los años setenta, se han abierto debates hoy impensables sobre temas como “la edad de consentimiento” y solo la cambiante Madrid ha competido con Barcelona como destino del exilio rural para los y las jóvenes LGTB que un día buscaron el anonimato y espacios de libertad o donde ver respaldadas sus subjetividades. También hemos de reconocer que las alianzas ya entonces se mostraron poco fiables y eso se ha comprobado en todo el estado con la llamada “izquierda”. La Izquierda primero extraparlamentaria y luego parlamentaria oyó algo del feminismo institucional e hizo caso pero apenas le llegaron algunos ecos de la lucha LGTB y, sinceramente, solo hoy apuesta tímidamente por ella. Y gracias al empuje de un fuerte movimiento asociativo en pueblos y ciudades siempre de diferente forma.
 
 
 
En Barcelona se han organizado las prostitutas del Raval desoídas no solo por las autoridades municipales sino también por esa izquierda ombliguista que solo mira su santuario de todos los tiempos, también se han hecho avances insólitos en materia de reconocimiento legal o derechos formales aunque algunas realidades sangrantes de la violencia fascista y neonazi nos dice que ni lo capitalino ni mucho menos lo capitalista son terrenos realmente libres ni seguros. La inmigración ha traído la diversidad pero también el racismo y la xenofobia. Hoy la cosa se pone fea para los y las alcaldesas catalanes que quieren que se celebre el referéndum aunque su valor sea simbólico. Mucha gente LGTB tiene todo el derecho a preguntarse ¿Por qué he de luchar yo por ell@s si ell@s nunca han luchado por mí? No lo sé, pero aún así me sigo emocionando cuando oigo la Estaca cantada en todo el Estado. Será porque como decía Francisco Nieva, pionero del teatro gay en Andalucía, “tengo el alma rojeras”. Pero no me olvido que he encontrado “ropa interior franquista” u “homofóbica” bajo los trajes de todos los colores políticos, de todas las banderas, y en todos los países.

domingo, 17 de septiembre de 2017

EL MC-GUFFIN DEL REFERENDUM EN CATALUÑA por el dramaturgo GUILLEM CLUA


 
 
  

O de mi terriblemente inconsciente decisión de compartir con todas mis impresiones sobre el referéndum del 1 de Octubre

 

 Por Guillem Clua 
 


El azar ha querido que estos días de alto voltaje político, social, judicial, policial, nacional y sentimental hayan coincidido con un curso de guión que estoy impartiendo en ESCAC. Ayer les contaba a mis alumnos lo que es un MacGuffin y en ese momento tuve una revelación: ¿y si el referéndum del 1-O no fuera más que eso en la larga y compleja trama del Procés?
                                                                                         
El MacGuffin es un recurso narrativo bautizado por Alfred Hitchcock que consiste en establecer un objetivo concreto que obliga a un protagonista a actuar, haciendo avanzar la historia. Su única función en el guión es esa, una excusa argumental para que las cosas no se estanquen, que precipita la acción y que a medio plazo coloca a los personajes en una nueva situación de conflicto que, esta vez sí, será determinante para la resolución de la trama.

El 1-O sólo tiene sentido si se explica en esos términos. Y de ser así tengo que reconocer que los artífices del Procés son unos putos genios del guión. Intentaré explicarme con claridad. Analicemos en primer lugar el relato que se nos está contando: el Parlament de Catalunya, avalado por una mayoría absoluta, ha aprobado la celebración de un referéndum vinculante que deja sin efecto la Constitución española y el Estatut de Autonomía y reclama para sí una soberanía nacional que inviste a los catalanes de la capacidad de autodeterminarse. El objetivo de la convocatoria electoral sería, por tanto, establecer si una mayoría de catalanes quiere la independencia y actuar en consecuencia. Todos los esfuerzos narrativos del Govern se han centrado siempre en explicar y defender ese relato: la insistencia de que se votaría “com sempre”, la absoluta seguridad de que el resultado sería vinculante, la invitación a los partidarios del NO a participar… La mayoría soberanista ha apostado fuerte para que el referéndum se celebre y el Estado ha mordido en anzuelo y con la habilidad política de un elefante en una cacharrería ha reaccionado de la peor manera posible, con prohibiciones, querellas, peticiones al TC, acciones policiales y ni una pizca de inteligencia política. Todo, de nuevo, acorde al guión previsto.

Pero ante todos esos acontecimientos siempre me asaltaba una duda. ¿Cómo puede el Govern ser tan ingenuo? Saben perfectamente que este referéndum fue aprobado en una sesión sonrojante y poco democrática del Parlament, que no cumple ninguna de las condiciones de la Comisión de Venecia, que no tiene apoyo internacional, que sólo está apelando a los votantes del SÍ, que no puede ser vinculante por más que se empeñen y que jamás será reconocido. Lo saben pero aún así lo llevan a cabo. Durante mucho tiempo he creído que se habían vuelto locos, pero si el 1-O es en realidad un MacGuffin, veo que se trata de un inteligente plan perfectamente trazado y que se está desarrollando de manera impecable.
 
Si el referéndum no es el objetivo real de los soberanistas, ¿cuál es entonces? ¿Para qué montar esa monumental excusa narrativa? ¿Cuál es el objetivo de verdad a medio plazo? La respuesta está clara: provocar las reacciones autoritarias del Estado que ya estamos viendo, esperar a que cometan un error monumental (como el uso de la fuerza ante unas reivindicaciones que por más que estén fuera de las leyes españolas siempre han sido pacíficas) y aumentar la base social favorable a la independencia. En pocas palabras: el objetivo real es obligar al Estado a que muestre su verdadero yo. Quieren hacerle ver a todo el mundo que el rey va desnudo o, aún peor, que lleva ropa interior franquista. Y lo están consiguiendo.


Da miedo y vergüenza comprobar cómo el gobierno de Rajoy ha caído en esa trampa (y sobre todo que el PSOE, el único partido político que ahora mismo tendría la llave para empezar a cambiar algo, le coma de la mano de manera tan escandalosa). Quizás el PP lo ha hecho a sabiendas, quién sabe, incapaz ya de echarse atrás en ese papel de salvapatrias tan del siglo XIX que, eso cree, es una gran cantera de votos. No lo sé. Lo que está claro es que deberán cambiar el rumbo tarde o temprano. Y eso ya no es una hipótesis remota. Es seguramente la única opción que tendrán, porque el soberanismo habrá ganado el pulso del 1-O haya referéndum o no lo haya. Me atrevería a decir que ya lo han ganado hoy. Porque el referéndum es un MacGuffin, recordémoslo, una zanahoria para que el burro avance, nada más. Y mientras Rajoy mira la zanahoria, Puigdemont señala la luna.


Y ante ese panorama se me presenta la cuestión más difícil: ¿cómo me posiciono yo? Los que me conocéis sabéis que nunca he sido independentista y que siempre he soñado con una España realmente plural en la que las diferentes naciones (sí, naciones) que la conforman convivan por decisión propia en un Estado federal con respeto y admiración mutuos. De ahí que siempre haya defendido un referéndum de autodeterminación pactado y vinculante, como los de Reino Unido y Canadá (y como desea el 80% de la población catalana). Pero por desgracia vivimos en un país que aún arrastra terribles lastres del Franquismo, mucho más pesados de lo que creíamos, y la refundación de España se antoja cada vez más difícil. Entiendo perfectamente la necesidad del soberanismo de liberarse de ese lastre cortando amarras. Es la solución más fácil: ahí os quedáis, nosotros nos largamos. Como si muchísimos españoles (ay, aún minoritarios) no quisieran liberarse también de toda esa mierda. Es una solución legítima a la que me siento cercano, pero que aún no me veo capaz de apoyar. No puedo dejar a su suerte a esos españoles que sí desean un cambio, como si yo tuviera un bote salvavidas y prefiriera huir del transatlántico que se hunde en lugar de ayudar a tapar el agujero por el que se cuela el agua. Llamadme ingenuo, optimista o (¡horror!) equidistante, pero yo aún creo que ni a España ni a Catalunya les iría mejor por separado, que corrupción y mierda hay en todas partes (y, oh sorpresa, nadie está hablando de ella ni en Madrid ni en Barcelona) y que el franquismo y sus secuelas no pueden ser eternos.

 A pesar de eso (o quizás precisamente por eso) estoy empezando a ver que el 1-O es necesario, que todo ese proceso puede desencadenar fuerzas muy peligrosas, sí, pero que quizás acabará siendo (oh, paradoja) la única manera de refundar España entera. Si sale bien la estrategia final del soberanismo (que, recordemos, no es el MacGuffin de este referéndum, sino la ampliación de la base soberanista a una mayoría incontestable) Catalunya y España tendrán que sentarse a hablar, una nación con otra, y establecer las bases de su relación, espero que mediante un referéndum acordado y esta vez sí, legal a los ojos de todos, en el que el conjunto de los ciudadanos se sientan llamados a participar. Y quién sabe, quizás al final los que salvarán España habrán sido, precisamente, los independentistas. Y ese desenlace sí que sería digno de Hitchcock.








(Guillem Clua es un joven dramaturgo catalán afincado en Madrid conocido por el éxito de obras como "Smiley, una historia de amor")

sábado, 16 de septiembre de 2017

ENTREVISTA AL PROFESOR Y ACTIVISTA MEXICANO RAFAEL HUMBERTO PAGAN SANTINI


 

 

 

Hablamos con el profesor y activista mexicano Rafael-Humberto Pagan Santini a propósito de los "dreamers", los migrantes mexicanos y los derechos humanos bajo el imperio de Trump"

 

 

Por Eduardo Nabal

 

 

-Hola Rafael. Hablemos del tema de los "dreamers", la migración y la frontera entre México y EEUU. Obama ya venía deportando a millones de mexicanos. Por lo tanto, la política de Trump no es nada nuevo, aunque tal vez si lo es el discurso racista en que la sustenta.


 
Rafael-Humberto Pagan Santini: Eso es cierto, inclusive la construcción del muro entre México y los Estados Unidos inició en 1994, en el gobierno de Bill Clinton, bajo el programa de lucha contra la inmigración ilegal conocido como “Operación Guardián” a cargo de la Fiscal General Janet Reno. En el 2005 el congresista estadounidense Duncan Hunter propuso un plan al Senado para reforzar la barrera fronteriza entre los dos países. La propuesta fue aprobada el 15 de diciembre del 2005, lo que significa la construcción de un muro fronterizo de alrededor de 1123 km.

 

La modalidad de Trump es lo estridente y racista de su discurso con respecto a las deportaciones. Un nuevo elemento es la deportación masiva. No sabemos cuántas personas en un solo día van a ser deportadas. Estas deportaciones tienen que ser vistas en el contexto de su lucha contra el sistema judicial norteamericano y la prensa. Por lo que, requiere de un amplio sector de la población  para que lo apoyen. Los políticos norteamericanos le temen mucho a las encuestas y los republicanos se han caracterizado durante su historia a movilizar “turbas” para lograr sus objetivos.

 

-Algunos sostienen, casi a modo de defensa del continuismo en EEUU, que lo que hace Trump en su país lo hacían  otros gobernantes anteriores en países como Israel o el continente Latinoamericano. Pero no podemos simplificar cuando el conseguir pocos derechos, por limitados que sea, para mujeres, minorías raciales o el colectivo LGTB puede verse amenazados dentro y fuera de sus fronteras ¿O sí? ¿Cómo lo ves tú?



Rafael H. Pagan-Santini: Estados Unidos ha vivido con el racismo y la discriminación económica desde su fundación como país independiente. Su concepto de democracia es más sobre la libertad de oportunidades que de derecho de participación. La vida y obra de Martin Luther King es un ejemplo de las muertes que han costado para tratar de obtener igualdad de derecho y equidad bajo la ley. El movimiento ciudadano de la década de los 60 se trató sobre esto, la lucha contra la guerra de Vietnam, los derechos de las mujeres de los homosexuales (Stonewall Inn, bar gay, recordado por ser allí donde comenzaron los famosos disturbios de 1969, que significaron el comienzo del movimiento de liberación gay en los Estados Unidos.) El neoliberalismo trajo consigo la necesidad de lo “políticamente correcto” y el respeto a la diversidad. Gracias a esta necesidad política, los derechos de los grupos minoritarios e incapacitados comenzaron a ser reconocidos. Esto no quiere decir que fue por obra y gracia del Espíritu Santo, durante el periodo de Ronald Reagan se dio marcha atrás a la tolerancia Gay debido a la epidemia del SIDA, luego esta situación cambió radicalmente.

 
En el caso de Israel, el sionismo es origen europeo y sirvió para aglutinar una población dispersa con aparente origen común y donde sus grupos económicamente pudientes (banqueros) necesitaban de esta población “sin fronteras”. Lo que ocurre actualmente en Israel es una extensión con grado superlativo de expansionismo financiero con un territorio que los ancle y les de coherencia. La concepción de pueblo escogido le da forma al sionismo, pero no al racismo. En el caso de Latinoamérica el racismo se expresa desde la conquista española donde se entendía que el indígena no era un ser humano, no tenía alma. Por lo que, se le trató de conquistar, dominar o exterminar. Esto se agravó con la importación del negro africano como esclavo. Sin embargo, jamás se ha planteado la supremacía criolla por encima del indígena, el negó o los descendientes de ellos, los cuales se han procreado junto con los criollos. 

 

Hasta este momento, el discurso de Trump es extremadamente burdo y las oligarquías locales no se han unido a él, sobre todo porque en su discurso Trump los incluye a ellos. El colectivo LGTB y la lucha de género, por lo menos en México, están en guardia para defender sus derechos, con o sin Trump.

 


-Obama incumplió muchas de sus promesas empezando por el cierre de Guantánamo, la mejora de las vidas de los inmigrantes o los propios negros en EEUU. ¿Crees que la pertenencia a un grupo social determina la conciencia o en el fondo ni siquiera manda el presidente sino los grandes intereses macroeconómicos que hay detrás?
 

Rafael H. Pagán Santini: El lugar donde naciste y te criaste marca, definitivamente, tu personalidad. El conocimiento que los negros norteamericanos tienen sobre el racismo en Estados Unidos lo han aprendido con sangre, no en los libros de texto. La crisis económica y social que Estados Unidos está viviendo la padecen todos los sectores sociales, de ahí que la oligarquía apoyara a Trump para su elección. Las expectativas del sueño americano se esfumaron, esta tierra ya no es el lugar de las oportunidades. Los latinoamericanos, en especial los mexicanos, no se inscribían para votar en las elecciones ni locales ni presidenciales. Hoy están viviendo la realidad de la elección de una persona autoritaria, xenofóbica, misógino. Ya era un secreto a voces, donde se señalaba que el neoliberalismo no garantizaba la acumulación del capital en todos los países del orbe. En el caso de Gran Bretaña y Estados Unidos el problema estaba tomando dimensiones catastróficas, de ahí sus salidas unilaterales. Que va a ocurrir y de qué manera los grupos minoritarios van a defender sus derechos todavía no se ve claro, es cuestión de esperar. Pero es claro que los diferentes sectores afectados por las políticas de Trump están tomando conocimiento y comprendiendo la gravedad del problema.

 
 

-No hay efectos ahora mismo (y de momento) devastadores. Pero si una grave amenaza. Hay un efecto psicológico de miedo colectivo y de cierta rebeldía contra la pasividad del presidente Peña ¿Es verdad que esto ha cohesionado al pueblo mexicano o no?


R-H- Pagan Santini: Si Trump comienza con las deportaciones masivas la situación en México se irá poniendo de castaño obscuro, este país no cuenta con los recursos ni la infraestructura para atender la repatriación de millones de personas. Poco a poco se está entendiendo que la pasividad de Enrique Peña Nieto no es por pusilanimidad, sino porque se encuentra defendiendo sus intereses particulares y la negociación con Estados Unidos para que reconozca un fraude electoral. Los ataques de Trump contra México no han cohesionado al pueblo mexicano. No se comprende bien cuál es el problema. A mi entender, los migrantes no quieren regresar a México y los mexicanos no quieren que regresen, esto por muchas razones.



 

martes, 12 de septiembre de 2017

NUEVA AGRESIÓN HOMÓFOBA EN GASTEIZ

Las fiestas patronales siguen sin ser de todxs

 

 


Red Transbollomarika de Gasteiz


 
La Red Transbollomarika de Gasteiz denuncia una nueva agresión homófoba durante las fiestas de La Blanca en una céntrica calle de Gasteiz. Según ha podido conocer la Red, el joven agredido recibió varios golpes que le dejaron el rostro severamente marcado.

Esta nueva agresión es ya la cuarta registrada por la Red en lo que llevamos de verano. Además, la Red tiene constancia de insultos constantes hacia personas LGTBI en el mismo espacio que se produjo la última agresión. Casualmente un espacio muy cercano a diferentes edificios institucionales y, por consiguiente, altamente vigilados por cámaras, policía y agentes de seguridad. De las cuatro agresiones registradas por la Red, en tres de ellas se ha realizado la correspondiente denuncia ante la policía y, en al menos una de ellas, los agresores han sido identificados por la Ertzaintza o la Policía Municipal.

Como hemos aclarado anteriormente, todas estas agresiones se han dado en espacios de la ciudad sobradamente vigilados, sin embargo continuamos informando y denunciando nuevos casos, a pesar de que el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz había anunciado más vigilancia policial en la zona. ¿Dónde están los servicios municipales en esta ocasión? ¿Qué tipo de vigilancia se ha realizado? ¿Cómo es posible que se estén repitiendo agresiones, una tras otra, en las inmediaciones de varios edificios institucionales, sin que NADIE actúe? ¿Qué están haciendo?

Estamos ante una situación muy grave, que está ocurriendo en nuestras calles, de la que nadie parece percatarse y que a nuestras instituciones parece no importarles. La libertad de las marikas es una cuestión menor para nuestro ayuntamiento, sin embargo cada Día Internacional se hacen continúas declaraciones institucionales y eventos a favor de una libertad sexual que nos es arrebatada cada día en nuestra propia ciudad.

Exigimos a todos los entes implicados que trabajen para erradicar las agresiones homolesbotransfobas de nuestras calles. Que apliquen los protocolos que existen, que se mejoren y que se haga de Gasteiz una ciudad de libertad y de respeto.

TELEFONO DE CONTACTO ANTE AGRESIONES

La red Transbollomarika solicita que toda aquella persona que haya sufrido alguna agresión, o haya sido testigo, se ponga en contacto con nosotrxs en el teléfono 633 309 563. Insistimos en la importancia de la denuncia ante la policía o el juzgado de todas aquellas expresiones de homofobia, lesbofobia o transfobia, para lo cual esta red se ofrece de ayuda y asesoramiento para quien lo necesite.

Queremos alertar de las dificultades que todavía existen para visibilizar los ataques a nuestros deseos y formas de vivir la sexualidad, ya sea por la homofobia interna, por el armario o por otras cuestiones. Solicitamos que se tengan en cuenta estas situaciones a la hora de elaborar protocolos, servicios y campañas que busquen la erradicación de las agresiones LGTBIQfóbicas.

lunes, 11 de septiembre de 2017

ENTREVISTA A FRANCISCO BRIVES SOBRE CINES INDEPENDIENTES Y QUEER




por cuerposperifericosenred

 



 


 

Francisco Brives además de director del Archivo Neomudejar de Madrid es un joven realizador con gran afición e inquietud por los cines en plural. De ello hablamos con él con motivo de una retrospectiva dedicada al mítico director Jonas Mekas.



-¿Cómo nace y se desarrolla tu vinculación con el cine?

Francisco Brives: Yo contacto con el cine en Alemania de la mano de Marcel Van Brakel, en una producción llamada Unna en la que realizo una performance de danza y canto en las calles de la ciudad de UNNA. Al llegar a Madrid me compro mi primara cámara y comienzo a producir piezas de videoarte  desarrollando el género de la video-danza que siempre he cultivado desde el año 1994. Mi primera producción fue PRIMITIVE que se presentó en la Filmoteca Española en la Plataforma de nuevos realizadores. Posteriormente fundé mi propia productora “O Grelo producciones” siempre en el ámbito de “cine-arte”.


-¿Qué crees que la gente entiende hoy por cine independiente y que entiendes tú? ¿Por qué si hablamos de Jonas Mekas poco tiene que ver con lo que triunfa en Sundance hoy en día? ¿Qué es lo que ha pasado?

Francisco Brives: El cine Indie, es, como todo un anglicismo que nos lo intentan colar, algo para nombrar  un tipo determinado de producción. Hablar de cine independiente desde el concepto  del “Indie Norteamericano” es hablar de una fantasía. La producción española no puede ni soñar con el presupuesto que se maneja en el cine independiente en EEUU, es ridículo querer nombrarnos desde ese prisma.

La gente confunde lo independiente con lo experimental y con el cine de autor o los llamados nuevos cinemas. Son sólo búsquedas de crear un marketing pobre en recursos y producciones, las etiquetas a mí nunca me han gustado. El caso es que exista producción y que toda encuentre su lugar para llegar a su público. Eso es lo que debería importar por encima de las etiquetas. Hay una gran confusión con el experimental. Como bien dice Mekas, los cineastas somos cineastas, independientemente de la suerte de la distribución o de la exhibición de nuestras obras. El cine que yo produzco es un cine pobre, escaso de recursos y profundamente personal. Mi caso es el de muchos otros cineastas. Nunca he recibido una ayuda, produzco de manera autofinanciada y mi tercer largometraje lleva cuatro años en postproducción por falta de fondos y de tiempo personal. El cine independiente es todo aquel que no se produce desde los grandes estudios. España no tiene una estructura cinematográfica lo suficientemente potente como para decir que nuestro cine este dentro del ámbito de grandes producciones. Yo reconocería en el cine que se hace aquí, una gran apuesta por un cine de autor y de pequeña o mediana producción.

La estructura de la industria cinematográfica  es una estructura importada, anticuada y anquilosada.  En su momento había grandes trabas para producir fuera del amparo del ministerio. Actualmente con el desmantelamiento de la producción por parte de las políticas económicas de este gobierno, todo es un “sálvese quien pueda”. Hay gente produciendo sin tener una distribución cerrada, y mucho menos una pre-compra. Todo ha cambiado y lo poco que había en España, está desmantelado, las film-comisions, los mercados, el intento por abrir nuevos mercados se han hecho desde apuestas personales y compadreos que pretendían quitarse a la competencia. Actualmente apenas hay distribuidoras, y muchas productoras históricas han echado  el cierre. Para algunos el cine ha dejado de ser interesante como inversión y los que aman y siguen en ello están pasando verdaderos apuros y riesgos económicos muy altos. Las políticas del PP han desmantelado la frágil estructura que existía en España y la gente parece no importarles o darse cuenta de lo que esto supone.


-¿Es el cine independiente un cine de minorías o más bien representa también a las minorías? Hay muchas paradojas interesantes. ¿Qué nos puedes contar al respecto?

Francisco B: Lo que hoy parece una minoría tal vez en un futuro sea un caldo de masas. Todo dependerá de la evolución de las sociedades y de la educación y el investimento económico que se haga. El cine es un producto muy caro. Por eso históricamente los Estados lo han entendido como una cuestión propia. Es un arma poderosa y sigue siéndolo aunque algunos se hagan los sordos. En el estado español no hay conciencia del poder que supone una industria cinematográfica. Desde el franquismo hemos heredado un sometimiento a las “majors” y esto no ha cambiado lo suficiente en la conciencia de los nuevos directores. Creo que muchos de nosotros no conocemos realmente lo que hay detrás de esos intereses. Las culturas de masas, alienan y crean discípulos mansos. El cine comercial, el poco que ya nos llega sólo incide en esa línea que es una estrategia política de control. Es verdad que el soporte de exhibición está cambiando, pero la capacidad de manipulación sigue estando ahí. Antes, a los estados les costaba una millonada, ahora prácticamente supone un costo cero, pero la alienación está ahí. La padecemos y la vivimos en el día a día con los moviles, las web series y los youtubers. Nada de esto es casual.  El cine podría salvarse pero necesita voces nuevas y una estrategia común de los cineastas.


-En los años 90 muchos jóvenes acudían a ver las películas de Gregg Araki, Todd Haynes, Jennie Livingston, Rose Troche, John Greyson o algunas europeas de gente como Almodóvar, Ozon, Akerman, Derek Jarman, Despentes o Sally Potter porque eran un reflejo filmado de lo que estaba pasando con las culturas “queer”. ¿Cómo lo ves con el tiempo? Hoy parece que solo gente como Bruce la Bruce o algunas cinematografías de países “periféricos” se mantienen en esa línea.

Francisco Brives: No es comparable de ningún modo las épocas, porque el modo de consumo y los soportes han desbancado el modo tradicional del espectador. Tampoco propondría que el cine de Almodóvar pudiera encajarse en modo alguno en un discurso puramente queer. De hecho en el panorama internacional destacaría a James Bidgood o a Uli Edel, a los  que no mencionas, pero cuya  obra sigue siendo provocadora y contemporánea. Actualmente sigue habiendo producciones queer, pero las causas lgtbq que han creado festivales de apoyo al cine blanco, no han ayudado en nada a que los cineastas apostaran por arriesgarse más. Las programaciones influyen muchísimo a la hora de plantearte sacar adelante un proyecto. Si este no encaja en las opciones de exhibición, puedes hacer un intento o dos, pero no vas a seguir produciendo para dejar tu trabajo en un cajón. Es como si todos los festivales LGTBQ tuvieran la misma línea editorial que Berkana. Yo prefiero hacer un cine no asimilable por el colectivo, de hecho mi largometraje "DRAKO" no fue aceptado por ningún festival LGTBQ, porque nadie quería hablar tras el logro del matrimonio gay del lastre del maltrato entre parejas del mismo sexo, pero si obtuvo premios y reconocimiento en festivales de derechos humanos y no violencia. No importan al final las trabas que parezca poner la estructura, una obra siempre termina encontrando su lugar. Actualmente "DRAKO" lleva más de 100.000 visionados. El cine de Bruce no creo que refleje en modo alguno una postura crítica, más allá del oportunismo y el robo de identidades al discurso feminista.

Cuanto deben algunos de los cineastas citados a cineastas de los sesenta y setenta como Kenneth Anger, Shirley Clarke, Bárbara Hammer o Jack Smith, por ejemplo. ¿El cine se transforma o ves una evolución en un sentido o en otro?

Francisco Brives: Yo creo que la influencia en el mundo del cine es tan diversa como sus propias voces, hay cineastas que se afectan por la pintura antes que por otro cineasta, y cuando hay que reconocer la originalidad, no debemos poner el homenaje por encima de la creación. Hay muchas copias, guiños u homenajes en los nuevos cineastas, y es más escasa la  particularidad u originalidad de las obras.


-¿Qué labor habéis hecho o queréis hacer en la Neomudéjar en este sentido y con el legado del cine independiente de la década de los sesenta y setenta?

Francisco Brives: La Sala "La Fragua" está ahora en una renovación de contenidos integrando para la nueva temporada, voces más allá del videoarte que nos encanta. El reto es proporcionar una programación diferencial que tenga una línea coherente con nuestro espacio. Pero te anticipo que si habrá cine, habrá más que cine y cine más allá del cine, sin olvidar el CINE.