lunes, 30 de enero de 2017

DOLAN PATINA EN SU ÚLTIMO ESTRENO

Solo el fin del mundo.  

Gritos sin susurros

 

Por Eduardo Nabal



Dolan apunta demasiado alto en esta adaptación de la obra de Jean-Luc Lagarde Just le fin du monde y fracasa en su punto central, acertando solo en algunos aspectos tangenciales y enfrentándose a su primer bajón tras las impetuosas y brillantes Mommy y Tom a la ferme.
El retrato de su personaje masculino gravemente enfermo y atormentado por el pasado  naufraga cuando debía haber sido el soporte de un relato familiar desgarrado e introspectivo, lleno de fantasmas, rivalidades, nostalgia, rencor, vacíos y ausencias. Algunos lo recibimos con recelo en sus tres primeros largometrajes por la descompensación entre las grandes pretensiones y sus verdaderos resultados, por su autocomplacencia autobiográfica que, no obstante, se ve superada por la brillantez y la audacia que transmite, por ejemplo, Mommy, su mejor película hasta la fecha.
 Pero aquí el todavía llamado ‘enfant terrible’ o ‘niño prodigio’ del cine canadiense, etiquetas llenas de envidia y paternalismo machista, parece paralizado por un respeto improductivo no solo hacía la obra de teatro en la que se basa, sino también por la veneración  hacía un reparto y unas interpretaciones que llegan a superarle como realizador, si exceptuamos a un Gaspar Uliell, más desubicado y desafinado que nunca, quien, lejos de servir de mirada o prisma sobre el resto de los personajes, los banaliza y hasta neutraliza con su anodina falta de intensidad.
Con todo y a pesar de su división escénica algo irritante, de sus personajes de una pieza, de sus pretensiones y de su banda sonora imposible, podemos apreciar ramalazos de buen cine en algunos momentos en los que el joven Dolan deja evolucionar a sus intérpretes en los espacios sin muchos aspavientos, como los enfrentamientos principales entre Louis y su hermana, su madre y su hermano mayor en una intimidad meticulosamente fotografiada que quiere pero no puede adquirir el sabor del ‘cine europeo’.
En su favor debemos decir que de nuevo el realizador de Quebec se atreve con situaciones violentas y espinosas, con metáforas que pueden disgustar o gustar, con mezclas que pueden estallarle en pleno rostro y sabe hurgar en los sentimientos turbadores que transmiten algunos de sus personajes, pero no en otros, quedando un relato artificial y descompensado, lleno de lagunas, artísticamente pantanoso y narrativamente empantanado. Esto no quita para que reconozcamos que este joven (cuya figura no podría haberse producido en la casi inexistente y armarizada industria cinematográfica española de nuestros días) siga siendo objeto de nuestro mayor interés y atención, tras la fuerza demostrada en sus dos anteriores trabajos y que incluso en este, uno de sus trabajos más endebles y artificiosos, sabe arañar al espectador con la piel herida de sus criaturas, aunque tanto el drama como la comedia negra, en esta ocasión, le desborden o se queden congeladas en un celuloide algo trillado y poco imaginativo.
 
 

jueves, 26 de enero de 2017

HISTORIA EDITADA DE UNA LUCHA

El activismo queer gana memoria en el Archivo Transfeminista del Museo La Neomudéjar, en Madrid

 

Por Francisco Brives
(codirector)






El Museo La Neomudejar celebra la segunda activación de su archivo Queer DÉJÀ-VU // Historias Y Memorias LGTBQ. Se trata de una propuesta de Thibaut Gauthier como fruto de su residencia en el Archivo Transfeminista/Kuir del Museo La Neomudejar y se celebrará entre este 27 y 29 de enero  en Nave Generador de La Neomudéjar, con acceso gratuito.

En junio de 2015, acompañando a las jornadas 'Construcciones Disidentes, Género & otras Aberraciones', La Neomudéjar recuperó un buen volumen de Fanzines Queer y decidió crear el ARCHIVO TRANSFEMINISTA/KUIR DE LA NEOMUDEJAR.

Este se integra dentro de la actividad del Museo como una labor necesaria de preservación del activismo, pero tambien desde la conciencia de que la materialidad de los fanzines poseen una singular naturaleza que no debe ser traicionada. De hecho el “copia y difunde” son principios básicos de este movimiento y sólo desde esa libertad anarquista podemos entender su potencia y su sentido de la transformación social.

La Neomudejar crea el archivo Transfeminista, compuesto por más de cien voces de materiales donados que comprenden diferentes soportes, videos, fanzines y afiches con los que se puede, siempre desde una perspectiva subjetiva y fraccionada, crear una memoria sobre temáticas trasversales de las luchas LGTBQ en España (antimilitarismo, sida, género, homofobia, etc).

En octubre de 2016, la Neomudéjar empezó una nueva recolección para incrementar este fondo y preservar la memoria del activismo LGBTQ. Ahora, la segunda activación del Archivo se desarrollará en Madrid en la Sala Generador del 27 al 29 de Enero bajo el lema DÉJÁ-VU?

Programación

Mañana, 27 enero, se celebra la primera mesa con Silvia Maggi que presenta la videoinstalación: '26 DE DICIEMBRE'. En esta video-instalación Silvia Maggi y Silvia Radicioni hacen el retrato de la fundación 26 de diciembre. A la mesa asistirá tambien Federico Armenteros (Presidente de la fundación) (http://www.fundacion26d.org/), que cuida a los personas mayores LGTBQ en Madrid.

El día 28, La Neomudéjar organiza una mesa redonda sobre el tema de la producción de fanzines y queerzines dentro de los colectivos LGTBQ de España, con la Distribuidora Peligrosidad Social, José Manuel Hurtado (La Radical Gai), Gracia Trujillo (Bollus Vivendi), Eva Luke (colectivo Abertura vaginal) y conducida por Thibaut Gauthier coordinador de Déjá-vu?

El día 29, como colofón de las jornadas de activación, 'Cuir madriz' celebrará una mesa donde presente su inicitiva y su Fanzine#0. 'Cuir Madriz' es un espacio de encuentros para dar visibilidad a todxs aquellxs disidentes que no se conforman con vivir una vida dentro de la heteronormatividad. La falta de referentes en nuestros contextos más cercanos nos ha motivado para sacar 'Cuir Madriz' de nuestras vísceras individuales, desde una afinidad transfemisnista, anticapitalista y solidaria. 'Cuir Madriz' es un fanzine abierto a colaboraciones y también organizamos conciertos y pinchadas porque queremos vernos y escucharnos. Pretende ser un portal de tránsito donde cada identidad subversiva tenga oportunidad de usarlo para compartir y aprender-nos. https://cuirmadriz.com/

Del 27 hasta el 29, serán puesto a disposición del público los materiales del archivo de La Neomudéjar (los antiguos y los nuevos) a lo largo de las jornadas. Los visitantes podrán leer las revistas LGBT y queerzines españolas recuperadas por el archivo desde los 70’s hasta ahora.



viernes, 20 de enero de 2017

RÉMI LANGE, REALIZADOR CINEMATOGRÁFICO

"Tenemos un cine impuesto por la televisión, que es su principal fuente de financiación y que ha convertido lo que era un arte en una industria, donde predomina el montaje de la la transparencia"

 


Por Eduardo Nabal

El cineasta francés Rémi Lange se dio a conocer rodando diarios videográficos y ya ha producido más de quince películas. Realizador no del todo comprendido por las distribuidoras de su país, aborda con su técnica innovadora y su producción independiente cuestiones que siempre han sido periféricas para los intereses de la industria audiovisual europea. 


EDUARDO NABAL.- Rémi Lange es un realizador independiente con mucho que contar. Tu último trabajo estrenado fue Le chanteur. Sin embargo, en ocasiones, salvo por tu filme Tarik el Hob ,  eres  mal conocido fuera de tu país,  por cuestiones de distribución, aunque tu cine libre e innovador ha abordado temas como las sexualidades no normativas, la discapacidad, la diversisdad racial y el transgenerismo. Además, En Tarik el Hob lanzas una mirada renovada al tema del colectivo LGTB en Marruecos aunque parece que el presente de aquel  en el país no es muy esperanzador.
RÉMI LANGE.- No soy un especialista en el tema de la sexualidad en el Magreb, pero no creo que Marruecos haya retrocedido… Cuando filmé allí Tarik el hob, en el año 1999 (última parte de la película), la situación de los homosexuales marroquíes era mucho peor… Hoy en día hay bares y discotecas en Casablanca (y tampoco lo conozco mucho) en los que se sabe que se favorecen los encuentros homosexuales… Desde 1999, Mohamed VI ha aportado nuevos aires de liberación a su país. Algunos rotativos han comenzado a hablar sobre homosexualidad… Por otra parte, también ha habido la revolución de Abdellah Taïa, que es el primer escritor marroquí que ha salido del armario y que ha realizado una película muy conmovedora sobre su vida de joven homosexual, L'armée du salut.. El nacimiento de Facebook también ha permitido a los homosexuales marroquíes reencontrarse en su propio país. Dicho esto, la homosexualidad sigue estando prohibida, aunque las relaciones entre hombres existan siempre en todas partes, en toda ciudad o pueblo, y en cualquier momento: la separación de los sexos, la dificultad de acercarse a una chica antes del matrimonio también favorecen tanto como antes las relaciones homosexuales.

E.N.- ¿Te consideras un cineasta demasiado personal como para ser totalmente político, o no separas ambos términos en la mirada incoclasta de tus filmes, que también son diarios y notas sobre tus experiencias vitales, sin renunciar a una dimensión ‘kitch’ o ‘camp’?
 R.L.- Mi cine no siempre es personal y político. Mis dos primeras películas, Omelette y Les yeux brouillés, eran personales y políticas. Filmaba mi vida y a la vez que entregaba una historia profundamente singular, intentaba tocar lo universal, hacer que el mundo cambiara: sí que había un objetivo militante y político. Mis otras películas no son personales. pero mantienen un fondo ‘político’. Con cada una intento sacudir algún tabú, mover a la gente, romper fronteras, plantear un problema de la sociedad: la sexualidad de los minusválidos en Devotee, la intolerancia frente a cuerpos diferentes en Mes parents, etcétera. Pero seguramente te estás refiriendo a Statross le magnifique, que tomó la forma de una película muda mientras trataba un tema muy contemporáneo y que mostraba escenas que nunca antes se habían visto en la época del cine mudo, por ejemplo, una escena de masturbación… Si hay que romper fronteras entre la gente, para que haya más humanidad en este mundo de bestias, también hay que romper fronteras entre los géneros, ya sean estos sexuales o cinematográficos… En cuanto a la forma de mis películas, siempre intento encontrar una nueva poesía que sacuda nuestra manera de ver el mundo y que proponga algo más que un cine narrativo académico, impuesto por la televisión y que es la principal fuente de financiación del cine, que ha dejado de ser un arte para convertirse en una industria, en la que predomina un montaje de la ‘transparencia’... Mis dos primeras películas eran mezclas de cine narrativo clásico y de diarios íntimos experimentales… El largometraje Le chanteur es una mezcla a la manera de Dancer in the dark, entre el cine directo, ‘en bruto’, ‘documental’ y la comedia musical clásica... Sin embargo, siempre pienso en los espectadores, en la salida de la película, y de ningún modo quiero hacer cine elitista que sólo se dirija a una parte de la población… Puesto que al parecer mi cine no se considera ‘para todos los públicos’, debido a los asuntos que trato (a menudo ligados a la homosexualidad), si encima lo complico eligiendo un lenguaje cinematográfico que el espectador rechace, o que rechace su manera de ver las películas, entonces me voy a aislar del otro y eso es algo que no deseo, ni en mi vida personal ni en la comunicación que yo pueda obtener con desconocidos a través de la difusión de una de mis películas…

E.N.- Como describirías el rodaje de un film como Devotee, un trabajo valiente que aborda el amor y la sexualidad entre personas con diversidad funcional  ¿Te diviertes durante los rodajes, o hay momentos en los que surge el miedo o el pudor ante los nuevos desafíos ?
R.L.- En general, suelo divertirme siempre con mis actores, ya sean profesionales o no, o formen parte de mi familia, de mi círculo de seres queridos o no… Algunas secuencias les cuesta mucho filmarlas a mis actores. Estoy pensando especialmente en la escena en que Guillaume (el ‘devoto’ de la película) lame los muñones de las piernas a Hervé Chenais en Devotee, la escena en la que Annie Alba es violada en Mes parents... ¡Las secuencias que parecen más horribles en pantalla a menudo son las que durante el rodaje nos han procurado más momentos de risa! Incluso si algunas de las escenas son difíciles de rodar para los actores, siempre intento que nos divirtamos mientras trabajamos… ¡Y siempre digo que echar a perder una escena vale la pena porque los actores se parten de risa! A mí también me pasa… En mi última película, Le chanteur, rodé una escena en la cual le pedí a Philippe Barassat, que él mismo decidiera qué haría su personaje… Antes de rodarla ni yo ni el actor principal Thomas Polly, teníamos ni idea de lo que iba a hacer… Y resulta que se inventó una escena inaudita que me hizo partirme de risa mientras estaba rodando… Al reírme se movió la cámara y ¡yo mismo me cargué la toma! Siempre hay que combinar lo agradable a lo útil… Así que, ¡sí, hacer una película tiene que ser un placer y no un sufrimiento para todos los que en ella participan!

E.N.- ¿Qué es lo que te diferencia de otros de tus  compañeros de generación más conocidos, como Ozon, Dolan, Baier, Honoré, y cómo ves el inquietante avance de la extrema derecha en Francia?
R.L.- La única diferencia entre Ozon, Honoré, Dolan, Baier y yo es que ellos tienen la suerte de que sus películas sean producidas en condiciones normales; tienen productores que los siguen, que buscan financiación para sus creaciones. De  entre esos directores Honoré es mi preferido y del que más cercano me siento, me encanta Les chansons d'amour, y como le he conocido en persona, puedo decirle que es un chico muy generoso y encantador, igual que Yann Gonzales, nada altivo (como otros cineastas gays parisinos), y pueden vivir de su arte, lo cual no es mi caso pues para poder comer no me queda más remedio que tener otro trabajo:  desde hace 10 años me dedico a editar DVD. Estoy marginado en el cine gay francófono y en el cine parisino: llevo la etiqueta de cineasta de documentales un poco experimentales que sólo sabe filmar diarios, cuando desde el año 1999 no hago otra cosa que ficciones. Pero como las ficciones sólo han salido en DVD y se han difundido por televisión (Canal plus o Pink TV), es como si no existieran ni para el CNC (Centro Nacional del Cine), ni para los profesionales de la industria, ni para los periodistas..



  

miércoles, 18 de enero de 2017

MANN, MAHLER Y VISCONTI

Desapolillando la lectura de

La Muerte en Venecia

 

Por José García 






Algunos discípulos de Heidegger y exponentes de lo que se dio en llamar la Estética de la Recepción, como Gadamer, ya advertían sobre las limitaciones del análisis puramente formalista de la creación literaria y consideraban esta como un hecho inacabado en tanto que no haya sido recepcionada por un sujeto lector. En este punto, la historicidad supone un condicionante para el estudio del texto literario, pues el lector o la lectora se verán condicionados por su contexto histórico, lo que repercutirá en la recepción de la obra y su interpretación de la misma. Partiendo, pues, de este presupuesto, qué lectura puede hacerse, más de un siglo después de su publicación, de la novela del escritor alemán Thomas Mann La Muerte en Venecia, la cual, sobre todo a partir de la versión cinematográfica que Luchino Visconti acometiera en 1971, ha cosechado una combinación de aplausos de la crítica con la necesidad exacerbada de difuminar las pulsiones homoeróticas presentes en ambas obras (la novela y la película), bajo el argumento implícito de que lo contrario supondría una banalización del producto artístico. ¿Y por qué utilizar el amor homosexual como paradigma de una preocupación estética y existencial del artista ha de presuponer una degradación de su dimensión trascendente y su “carácter universal”?

Ciertamente, en plena era posmoderna, en el que todo ideal canónico de belleza ha muerto, me parece ya muy secundario el análisis formalista de La Muerte en Venecia, uno de los grandes hitos narrativos de un autor expresionista que nos ofrece una breve pero intensa pieza narrativa que es un tributo a lo sensorial, a la eufonía del lenguaje, al rechazo del mundo burgués a través de un escapismo de corte aristocrático y decadente. Al fin y al cabo, se trata de una obra literaria que recoge las formas expresivas de lo que España se dio en llamar Modernismo, en Francia Art Nouveau y en el país natal de Mann y del movimiento expresionista, Jungenstil. En cierta medida, su protagonista, el también escritor Gustav Aschenbach, nos recuerda mucho a nuestro valleinclaniano y algo patético marqués de Bradomín.

Por otro lado, parte de la crítica afirma que Visconti ‘amariconó’ demasiado la versión cinematográfica de este amor platónico de un viejo artista por un adolescente que veranea en su mismo hotel de Venecia. Eso me parece una mala interpretación incluso desde una óptica puramente formalista. Visconti se ve en la tesitura de traducir la explosión erótica y sensorial de la prosa de Mann a un discurso netamente audiovisual, con todos sus condicionantes. Así, introduce recursos narrativos que no existían en la novela, donde predomina el monólogo interior, de difícil traslación al cine y que Visconti sustituye por una serie de flash-backs en el que el protagonista discute con un tercer actor sobre sus preocupaciones acerca de la belleza, o bien reemplaza el musical lirismo de la escritura de Mann por fragmentos de las sinfonías tercera y quinta de Gustav Mahler, compositor a quien otra parte de la crítica relaciona con el personaje creado por Thomas Mann y al que, seguramente de manera no casual, Visconti cambia en la película su vocación artística de escritor a músico. Pero el eros, un eros que adquiere materialidad y se consigna culturalmente en la pasión de un hombre mayor por un  muchacho, ya era completamente nítido y evidente en la novela de Mann.

Por citar algún ejemplo de todo lo que venimos planteando, el crítico Santiago Martín Arnedo, en su artículo El drama sensual en ‘La Muerte en Venecia’ de Thomas Mann, afirma que “este novelista nos ofrece una trama tan breve como fascinante. Más el contenido literal no agota en absoluto su exquisitez. Hasta el punto de que una interpretación exclusivamente homoerótica podría llegar a ser totalmente irrelevante”. ¿Por qué “el contenido literal”, es decir, la pasión de Aschenbach por el adolescente polaco Tadzio, habría de agotar “la exquisitez” de la obra? ¿Sería, pues, necesario subrayar también que “una interpretación exclusivamente heteroerótica” de Las Sonatas de Valle-Inclán resultaría totalmente irrelevante para recepcionar la novela? ¿Qué inconfesado prejuicio se esconde detrás de este tipo de afirmaciones?
                                                                                                     

De hecho, mucho antes que la Estética de la Recepción, la crítica marxista, entre la que quizás podríamos destacar a Luckás, ya denunció las insuficiencias del Formalismo y recalca la necesidad de aportar un tratamiento sociológico al análisis del hecho literario, lo que convergerá con las posiciones de las teorías semióticas, de manera que entiende la obra literaria como creación estética y hecho sociológico, producto de una determinada ideología. De este manera, la novela se concibe como un reflejo de la realidad social y contextual. ¿Y cuál era esa realidad y ese contexto en el momento de la escritura de La Muerte en Venecia?

La novela de Mann se sitúa en los últimos momentos de ese primer movimiento de liberación homosexual que rodea al juicio contra Oscar Wilde, en Reino Unido, y los planteamientos de Ulrichs y los uranistas, en Alemania, un movimiento entonces de corte burgués, blanco, masculino y cisexual que poco tendrá que ver con el carácter popular que la lucha LGTB va adquiriendo a lo largo del siglo XX, principalmente en las primeras décadas post-Stonewall. De hecho, Mann, cuyos biógrafos se han afanado en extender un hecho en sí mismo inconstatable, como el de si mantuvo sus deseos homoeróticos en el plano puramente platónico durante toda su vida o los realizó alguna vez, trabajó intensamente durante la República de Weimar por la despenalización de la homosexualidad, a pesar de su matrimonio y de los hijos habidos de él.

Es decir, la historia de La Muerte en Venecia no podía ser contada de otra manera en aquel momento, aquel contexto político y por un hombre de la posición aristocrática de Mann, que llegó a obtener el Nobel de Literatura. No podía ser contado sin ese aluvión de angustia tormentosa que sacude la novela. Una conmoción interna que queda confirmada con las extensas citas al Fedón, de Platón, y que Visconti excluye de la versión cinematográfica. Mann se refiere a la recreación platónica de los últimos días de Sócrates y transcribe parte de la obra:

Porque la belleza, Fedón, nótalo bien, sólo la belleza es al mismo tiempo divina y perceptible. Por eso es el camino de lo sensible, el camino que lleva al artista hacia el espíritu. Pero ¿crees tú, amado mío, que podrá alcanzar alguna vez sabiduría y verdadera dignidad humana aquel para quien el camino que lleva al espíritu pasa por los sentidos? ¿O crees más bien (abandono la decisión a tu criterio) que este es un camino peligroso, un camino de pecado y perdición, que necesariamente lleva al extravío?

Naturalmente, muchos de los grandes intérpretes de Platón recalcarían que lo único deducible en su obra es que Sócrates mantendría con sus discípulos una relación basada en el Eros Uranio, amor del alma, mientras que la homosexualidad se circunscribiría siempre al Eros Pandemo, amor del cuerpo, puramente carnal, negado de toda posibilidad de transcendencia. ¿Sería entonces esto una nueva referencia histórica a “la reducción al cuerpo” como principio de sujeción de “el homosexual”?

Para ser honesto, no toda la crítica de La Muerte en Venecia es tan rematadamente heterocentrada. Así Margo Glantz, en Thomas Mann: el problema del artista frente a la vida (De los Buddenbrook al Dr. Fausto), cuando explica la relación de Mahler con la obra, cita al propio Mann: “…no solo di a mi héroe, convertido en víctima de un desorden orgiástico, el nombre del gran músico, sino que también le puse en cierto modo la máscara de Mahler al describir su aspecto exterior, Quise asegurarme al mismo tiempo de que, dentro de un contexto general tan disoluto y disimulado, no llegaría a producirse identificación alguna por parte del público lector”. Para puntualizar Glantz a continuación: “La novela fue publicada en 1912 y Mahler murió en 1911, época en la que Mann escribía el libro. Otro de los artistas evocados es August von Platen y sus amores uranistas; aunque también sea obvia la relación que la novela tiene en algunos pasajes con el propio Mann”.

viernes, 13 de enero de 2017

CÁDIZ SIN LGTBQIFOBIA


Centenares de personas expresan en el centro de Cádiz su repulsa a la última agresión homófoba en la ciudad

 

Las entidades convocantes y las decenas de colectivos ciudadanos que han apoyado la acción claman contra una homofobia, una bifobia y una transfobia que "nos hace cada día más fuertes"

 

cuerposperifericosenred

 

  Un buen número de ciudadanos y ciudadanas de Cádiz apoyó anoche la concentración celebrada en el centro de la ciudad en señal de repulsa por la última agresión homófoba acaecida en la ciudad durante la madrugada del viernes 6 al sábado 7 de enero. La protesta estaba convocada por los colectivos cuerposperifericosenred y Cádiz Diversa, y fue secundada por otras entidades ciudadanas y partidos políticos de la provincia y la comunidad autónoma como la Asociación de Transexuales de Andalucía 'Silvya Rivera', Trans "Huellas", Arco Iris Cádiz, Aleas Andalucía, Café Feminista, Delta LGTBIQ de la Sierra de Cádiz, Lambda La Isla, Peña Deportiva Nenas Cadistas, Amazonas para el Intercambio Intercultural, La Levantera, Ateneo Libertario, Asociación Tejiendo la Vida en Verde y Lila, los partidos Ciudadanos Cádiz y Ganar Cádiz en Común, el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Cádiz y los locales de ocio Teniente Seblon, Mesón La Tramposa, Bar El Malagueño, Pub Archivo de Indias, Taberna La Carbonera y el Bar Joselito.



Los convocantes de la concentración leyeron un manifiesto en el que se interpelaba directamente a los agresores indicándoles que "nos vais a ver y nos vais a oír. Nos vais a ver luchando juntas, aconpañando a las víctimas de vuestras sucias agresiones y nos vais a escuchar, como hoy, denunciándolas. Nos vais a ver trabajando por un mundo más justo. Con la ley de nuestra parte, os vamos a echar de las discotecas, de los institutos, de los campos de fútbol, de la televisión y de los parlamentos".

  
Las entidades firmantes del manifiesto reclamaron "formación y apoyo a los docentes y otros empleados de la educación para que puedan prevenir y abordar la violencia en los entornos educativos, incluida la violencia basada en la orientación sexual y la identidad/expresión de género; y garantizar entornos escolares seguros que sean inclusivos y que ofrezcan apoyo a los estudiantes que son víctima de violencia, incluida la violencia basada en la orientación sexual y la identidad/expresión de género, y a sus familias".


 "Hay que procurar espacios libres y seguros, sin homofobia, ni bifobia, ni transfobia, donde las personas trans, intersexuales, queers, bisexuales, lesbianas y gays puedan comportarse con plena libertad. En su trabajo, en la calle, en el deporte, en los lugares de ocio", prosiguieron los manifestantes.

La manifestación se despidió dando su apoyo incondicional al último afectado por la violencia homofóbica en la ciudad, Pepe Caballero. quien ya ha presentado la pertinente denuncia policial por estos hechos.

lunes, 9 de enero de 2017

AGRESIÓN HOMÓFOBA EN LA PUNTA

Los responsables de Momart Theatre dicen que no pudieron expulsar al agresor porque la víctima no informó del suceso al servicio de seguridad

 

 La dirección de la sala se ofrece a identificar al victimario para impedirle el acceso y asegura que las normas que prohíben estos comportamientos se encuentran bien visibles al público

 

cuerposperifericosenred



   La dirección de la Sala Momart Theatre, de Cádiz, se ha puesto en contacto con este blog para manifestar su malestar y desconcierto por la noticia publicada esta madrugada acerca de la agresión homófoba padecida por un vecino de esta ciudad en su local durante la madrugada del pasado viernes al sábado.

Según indicó uno de sus socios, Miguel Ángel Veiga, lo acaecido y su difusión "daña la imagen y el trabajo de setenta familias que viven de este negocio", ya que "la culpa no fue del local. Si la persona agredida hubiera puesto en conocimiento del servicio de seguridad lo sucedido el agresor habría sido expulsado de inmediato".

Es más, Veiga ha asegurado que ha ofrecido a la víctima la posibilidad de identificar al agresor para impedirle el acceso a la discoteca en próximas ocasiones. También ha subrayadado que las normas de funcionamiento del local están claramente expuestas al público en la sala, y que entre ellas se menciona la prohibición de sostener actitudes o comportamientos racistas o sexistas con el resto de la clientela y las personas que trabajan en ella.

En todo caso, desde cuerposperifericosenred se le ha recordado que, aun con sus explicaciones, los colectivos lgtbqi de la ciudad no íbamos a dejar de manifestarnos públicamente contra este tipo de comportamientos y actitudes que aquel día se dieron en su discoteca, pero que otras veces se pueden producir en ámbitos tan dispares como la escuela o un campo de fútbol, sin que casi nadie les quiera conferir la gravedad que sin duda tienen.

AGRESIÓN HOMÓFOBA EN CÁDIZ DURANTE EL DÍA DE REYES

Un individuo golpea y vilipendia a un ciudadano en la zona de ocio de La Punta cuando percibe que es gay

 

Los colectivos lgtbqi  preparan una concentración de manera inminente en señal de repulsa por este nuevo acto de homofobia en la ciudad

 

 

cuerposperifericosenred


El suceso tuvo lugar en la sala Momart Theater
  El año 2017 ha arrancado en Cádiz con una nueva agresión homófoba en una de las principales zonas de ocio de la ciudad, La Punta de San Felipe. Según ha explicado la propia víctima, José Caballero, la noche del viernes 6 de enero, jornada en que se celebraba el día de Reyes, se encontraba en la discoteca Momart Theater de La Punta cuando observó a una desconocida que se le quedó mirando de arriba a abajo y, en tono claramente despectivo, afirmó "la maricona esta".

La víctima comentó entonces el asunto con un amigo que lo disuadía para que hiciera oídos sordos de aquellas imprecaciones, conversación que fue escuchada por un joven brabucón y algo ebrio, quien le conminó: "eso, eso, tú no digas nada". Fue entonces, siguiendo el relato de Caballero, cuando se giró para darle la razón y el agresor, al observar que la víctima llevaba la parte inferior de los ojos pintada y/o percibir un timbre más femenino en su voz, comenzó a empujarle la cabeza hacia abajo, hasta el punto de herirlo en el labio con su propio vaso, al grito de "maricona de mierda". Lo cierto es que Caballero no tuvo más remedio que salir de la discoteca.

El agredido no ha presentado denuncia policial ante estos hechos ante la imposibilidad de identificar al agresor, pero ha iniciado trámites para exigir una explicación a la dirección de la sala por este suceso. También se está preparando una concentración de repulsa en la ciudad de cuya convocatoria, así como de otras posibles acciones, informaremos más adelante. 

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