jueves, 21 de diciembre de 2017

BOLLOTECA: "CARAMEL" DE NADINE LABAKI. UN CORAZÓN EN BEIRUT


 

 

 

 

Dedicada “A mon Beirut”, “Caramel” de Nadine Labaki  tal vez no es un gran filme pero es indiscutiblemente un hermoso filme, de esos que se ven con agrado y dejan una impresión de ternura, lirismo y humor. Cinco mujeres, una peluquería, un lugar empobrecido, un mundo  donde ellas son capaces de compaginar los momentos de diversión, crispación  y tristeza. Rodada en tonos cálidos, interpretada con desenvoltura y con una hipnótica banda sonora, “Caramel” no es solo una reflexión intimista y desenfada sobre la condición de las mujeres en el Líbano sino también una mirada límpida sobre la feminidad, la solidaridad  y la amistad. No se nos presenta un mundo en guerra sino un microcosmos sencillo y  cotidiano, con diálogos llenos de frescura, conversaciones desenfadadas  y con un indiscutible talento para envolver al espectador y para hacerle sentirse en un mundo a la vez lejano y terriblemente cercano.

            ”Caramel” es la opera prima de una directora que narra un mundo que conoce bien, el de las mujeres de su país,  pero que no quiere mostrar el lado dramático de su condición –marcada por distintos tipos de violencia estructural-  sino los momentos de felicidad, dolor pasajero, enamoramiento y ternura, y  muestra  cómo la feminidad es vivida de diferentes formas por personas de diferentes edades y en mundos en los que el varón ocupa un lugar a la vez presente  y distante.

            “Caramel” es una historia de mujeres narrada por una mujer que expone cuestiones que afectan a las mujeres del mundo entero como  la sexualidad reprimida o expresada, la maternidad, la necesidad de aparentar, el miedo a envejecer… Lo mejor del filme es que sin grandes aspavientos nos da una visión optimista de un mundo que suele adquirir -al menos en las noticias- un tono trágico.  Es en ese salón de belleza donde Layal (interpretada por la propia Labaki) busca el amor en un hombre casado, donde Nisrin vive las presiones de la religión musulmana y donde Rima descubre que le atraen otras mujeres y que puede romper los prejuicios heredados. Pequeños detalles, motivos visuales, que se repiten como en una sinfonía plástica,  hacen de “Caramel” una pequeña delicia y un filme que se agradece en unas pantallas bombardeadas por las nominaciones a los  Oscars. Un canto a la capacidad de las mujeres para compartir y salir adelante a pesar de los muchos obstáculos y de las enormes diferencias de personalidad y talante entre ellas. Un vistazo agradable a otra cultura que se nos revela, pese a todo, increíblemente próxima. Temas como la virginidad antes del matrimonio, el tabú de la infidelidad, el descubrimiento del lesbianismo, el peso impreciso de la religión, la nueva visión a mundos no fáciles de catalogar, la dignidad dentro de la pobreza, la vejez y la búsqueda de la autenticidad quedan plasmadas en un fresco lleno de poesía y lirismo.

 Premiada por el Público en el Festival de San Sebastián, puede decirse que  estamos ante un filme pequeño en sus dimensiones pero grande en su alcance íntimo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario