lunes, 25 de diciembre de 2017

CALL ME BY YOUR NAME: UN FILME DE LUCA GUADANINO


 
 
 

En su último filme el realizador italiano Luca Guadanino logra su madurez como creador al tiempo que pone sus virtudes como refinado esteta al servicio de una historia más sólida  e intensa narrada con mayor pulso y contención que en sus anteriores trabajos: la desmesurada “Yo soy el amor” y la algo estridente “Cegados por el sol”, sus dos grandes películas tras el fracaso de crítica de la relamida y sobradamente afectada “Melisa P.”. De nuevo lo sensual vuelve a ser uno de los grandes motores narrativos de su cine y también la descomposición de núcleos afectivos preponderantemente marcados por el seno de lo familiar bajo diversas formas. De nuevo un paisaje italiano, y un ambiente marcado por la tentación del lujo, el refinamiento y la decadencia todo ello inspirado en una notable novela de André Aciman, algo suavizada para el gran público, aligerando los aspectos espinosos y, en cambio, alentando los guiños al gran público occidental.

 

Guadanino nos presenta dos personajes de diferentes edades,  Elio, un chico  de 17 años y Oliver  un joven restaurador de arte embarcado en una historia de amor más grande que la vida, al menos que la vida que ambos llevaban hasta el presente, particularmente el adolescente protagonista que parece despertar al amor bisexual pero descubre su verdadero amor en un visitante que se incorpora ese verano a la gran familia judía en vacaciones. Ambientada en los años ochenta del siglo XX estamos ante una historia de amor y pasión que se toma su tiempo para mostrar todas sus cartas pero avanza con pulso seguro y sin medias tintas, sacando las máximas posibilidades de sus dos intérpretes, de los paisajes, los decorados y los objetos y del inteligente guión del veterano James Ivory, que no obstante se muestra algo literario y acartonado en algunos pasajes frente a otros que dejan en manos del realizador y los personajes toda la fuerza del filme.

 

Algunos elementos se apuntan pero no de desarrollan en el filme como el carácter judío de los personajes, la tensión entre el pasado y el presente, el arte y la vida, centrándose finalmente en una historia de amor entre dos hombres que ya ha sido contada pero pocas veces con tanta elegancia y atención a los detalles para logar un efecto a la vez armonioso y devastador, transmitiendo todo el peso que ese “affaire de verano” va a tener sobre la nueva vida del joven Elliot que ahora es para nosotros un enigma abierto.

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